Francia ha vivido la primera jornada de tregua relativa tras seis noches de fuertes disturbios y violencia en todo el país que ya han dejado 3.400 detenidos, miles de coches incendiados y centenares de edificios y comercios atacados. Si el viernes hubo 1.300 detenidos, en la noche del domingo apenas superó los 150.
Nanterre, la capital París y otras ciudades francesas, escenarios de una insurrección social por el asesinato del menor Nahel a manos de un policía durante un control, volvieron a una tensa calma; una casi tranquilidad que no se veía desde el pasado 27 de junio, cuando ocurrieron los hechos.
Los datos de arrestos reportados por el Ministerio del Interior francés alcanzaron esta noche las 157 detenciones, la cifra más baja desde el fallecimiento del joven. Además, esta cartera también registró a tres policías heridos.
Ya en el día, los alcaldes del país –convocados por la Asociación de Alcaldes de Francia– llamaron a la población frente a las ‘mairies’ (los ayuntamientos) para mostrar su solidaridad, «rechazar la violencia y hacer un llamado a la paz civil», en relación con el ataque de este fin de semana contra el domicilio del alcalde de L’Haÿ-les-Roses, Vincent Jean Brun, que degeneró en un vehículo en fuego en la casa del funcionario y heridas contra su esposa y uno de sus hijos menores.
En París, el punto de concentración para los funcionarios escogidos popularmente fue el Hôtel de Ville, el ayuntamiento capitalino. Allí la alcaldesa Anne Hidalgo mostró su solidaridad hacia su par de L’Haÿ-les-Roses, e insistió en que «nada puede justificar la violencia».
En Marsella, ciudad que también vivió manifestaciones y actos violentos en las últimas seis noches, se realizó un evento liderado por el alcalde Benoît Payan. También se anunciaron fondos por dos millones de euros para apoyar la tarea de reconstrucción de locales comerciales que resultaron afectados.
En esa línea, este lunes es clave para el Ejecutivo del presidente Emmanuel Macron, que busca reunir en Matignon a los líderes de todas las fuerzas políticas con la primera ministra Elizabeth Borne. En la lista de confirmados, por el momento, no se encuentra la líder de Agrupación Nacional, partido de extrema derecha dirigido por Marine Le Pen, quien busca, según la agencia de noticias ‘AFP’, ser recibida directamente por el mandatario.
CUESTIONADA RECAUDACIÓN PARA LA POLICÍA
El economista Jean Messiha lanzó, por su parte, una recaudación de fondos para «apoyar a la familia del policía de Nanterre», que ya completa más de un millón de euros donados por más de 50.000 personas a través de la plataforma GoFundeMe.
La semana pasada, una primera recaudación ya había sido dada de baja del sitio Leetche. Esta consiguió 5.000 euros en recaudaciones. No obstante, el 29 de junio se volvió a iniciar, pese a las críticas en redes sociales de, entre otros, el diputado David Guiraud: «500.000 euros para el asesino de Nahel. El mensaje que se deduce es matad a los árabes y os convertiréis en millonarios. El Gobierno contempla este horror sin decir nada, cuando ya hizo clausurar una recaudación igual de un ‘chaleco amarillo’ que agredió a un policía. Repugnante».
Simultáneamente, otra campaña que busca recaudar fondos para la madre de Nahel ha obtenido ya 170.000 euros. Una diferencia ironizada por el propio Messiha, cercano al político de extrema derecha Éric Zemmour.
BOMBERO FALLECIDO
«Un joven cabo de los bomberos de París falleció a pesar de haber sido atendido muy rápidamente por su equipo», anunció en Twitter el ministro del Interior, Gérald Darmanin. El funcionario explicó que el incidente había tenido lugar en «un aparcamiento subterráneo».
El ministerio informó también de tres heridos entre las fuerzas de seguridad y dio cuenta de 352 incendios en la vía pública y 297 autos quemados. Un puesto de policía y una caserna de gendarmes fueron atacadas.
Este balance, que incluye una veintena de detenciones en París, se ubica lejos de los más de 700 arrestados del sábado y los más de 1.000 el viernes, después de que varios sectores políticos y sociales hayan hecho numerosos llamamientos a la calma.
Desde que empezó este estallido por la muerte el pasado martes por la muerte del joven de 17 años que se intentó saltar un control en la ciudad de Nanterre, cerca de París, más de 3.000 personas han sido arrestadas y en 260 casos, según la emisora France Info, debían ser juzgadas en comparecencia inmediata.
Por otro lado, la Policía dispersó con gases lacrimógenos a unos cientos de personas de un grupo de extrema derecha que protestaba en las escaleras de un hotel en Lyon, según informa el diario ‘Le Figaró’.
El presidente francés, Emmanuel Macron, recibirá este lunes a los presidentes del Senado y la Asamblea Nacional, mientras que la primera ministra, Elisabeth Borne, invitará por la tarde a los portavoces de los grupos parlamentarios «en una lógica de intercambios». El mandatario recibirá el martes en el Palacio del Elíseo a los regidores de más de 220 municipios afectados por las protestas.
Macron pidió también a sus ministros «restablecer el orden y garantizar el regreso a la calma», mientras que ha indicado que el Gobierno «debe seguir estando al lado» de las fuerzas de seguridad que han estado movilizadas día y noche, informó la cadena BFMTV. (France24/Europa Press)