El Parlamento dio luz verde al texto con 60 votos a favor y 22 en contra, pese a los avisos lanzados en los últimos días por el Gobierno de Rusia, que ya había advertido de posibles consecuencias frente a un país del que tradicionalmente se consideró aliado.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, había avisado de que Moscú consideraría extremadamente hostil la ratificación del Estatuto de Roma, una advertencia que también repitió esta semana fuentes del Ministerio de Exteriores.
La incorporación formal al TPI implica teóricamente que las autoridades armenias estarían obligadas a detener a Putin en caso de visita. El representante de Armenia para asuntos jurídicos internacionales, Yeghise Kirakosián, explicó la semana pasada que habían trasladado a Rusia la opción de firmar algún tipo de acuerdo que pudiese evitar dicho arresto.
Armenia tiene la vista puesta en la Justicia internacional para pedir cuentas a Azerbaiyán, por los posibles abusos en la región de Nagorno-Karabaj, especialmente después de la reciente escalada de violencia que resultó con el éxodo de unos 100.000 refugiados. (Europa Press)