El respaldo del presidente ruso a la medida refleja la creciente influencia de los intransigentes del Kremlin que presionan para profundizar una confrontación con Washington que consideran irreversible, dijeron las personas, que hablaron bajo condición de anonimato para discutir asuntos que no son públicos.
La detención del reportero del «The Wall Street Journal», Evan Gershkovich, el 29 de marzo provocó airadas denuncias de EEUU y sus aliados, marcando otro punto bajo en los lazos entre EEUU y Rusia, que se disparó desde la invasión de Ucrania por parte de Putin el año pasado.
“Esto debería ser una verdadera llamada de atención, no solo para EEUU, sino también para Occidente en general”, dijo Alina Polyakova, presidenta del Centro para el Análisis de Políticas Europeas en Washington. “Está indicando que en la mentalidad de Putin no hay vuelta atrás a una relación estable y confiable”.
A medida que la guerra avanza en su segundo año, el Kremlin trató cada vez más de retratarla como una lucha existencial contra una OTAN empeñada en destruir Rusia. Movimientos como la orden de arresto por crímenes de guerra contra Putin emitida por la Corte Penal Internacional el mes pasado solo profundizaron la sensación de los líderes de que no existe espacio para retroceder en un conflicto que se espera que dure años.
Esta semana, el Parlamento se apresuró a endurecer las penas para aquellos que buscan evitar el servicio militar. Los cambios crean un nuevo sistema en línea para entregar avisos de convocatoria y prohibir que aquellos que los ignoran abandonen el país, cerrando lagunas que muchos habían utilizado para evitar el reclutamiento. La medida, que se espera que Putin promulgue pronto, alimentó los temores de que se produzca una nueva movilización más adelante este año. El Kremlin dice que actualmente no existen tales planes. La convocatoria del año pasado de 300.000 reservistas desencadenó el éxodo de hasta un millón de rusos.
La iniciativa de arrestar a un reportero estadounidense por cargos de espionaje por primera vez en casi 40 años provino de los halcones de altos funcionarios de los servicios de seguridad de Rusia, dijeron personas con conocimiento del tema.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que no fue una decisión de Putin sino una prerrogativa total de los servicios especiales. Estuvieron efectuando su trabajo”. Esas agencias reportan directamente al presidente. (Infobae).