La agencia de la ONU dijo que Peter Ben Embarek, un científico danés que anteriormente dirigió su iniciativa «Una Salud» sobre enfermedades que saltan de animales a humanos, fue destituido de su cargo el año pasado. En una respuesta a Reuters, Ben Embarek dijo que refuta la acusación de acoso y que estaba impugnando la sanción.
«Peter Ben Embarek fue destituido el año pasado a raíz de los hallazgos de mala conducta sexual contra él que fueron corroborados por las investigaciones, y el correspondiente proceso disciplinario», dijo la portavoz de la OMS Marcia Poole.
Poole dijo que los casos que llevaron al despido ocurrieron en 2015 y 2017. La agencia tuvo conocimiento de ellos por primera vez en 2018. La OMS no proporcionó más detalles sobre las acusaciones de mala conducta.
Ben Embarek señaló que un solo incidente en 2017 «se resolvió inmediatamente de manera amistosa» y sostuvo que no podía hacer más comentarios, ya que tanto él como la OMS están sujetos a acuerdos de confidencialidad hasta que se alcance una resolución.
«No tengo conocimiento de ninguna otra queja y nunca se me ha informado de ninguna otra queja», dijo Ben Embarek en un mensaje digital. «Impugno debidamente la calificación de acoso y estoy esperanzado en la defensa de mis derechos».
Ben Embarek es el funcionario de más alto rango de la OMS del que se tiene constancia que ha sido despedido desde que la agencia de la ONU puso en marcha una serie de reformas para mejorar su respuesta a las conductas sexuales inapropiadas.
A menudo se le ha citado en los medios de comunicación sobre los orígenes de la pandemia. Su despido puede recurrirse a través del sistema interno de justicia de la ONU.
Fue el principal representante de la OMS en un viaje a China en 2021 que tenía como objetivo investigar de dónde procedía el covid-19.
El equipo saltó a los titulares de todo el mundo con su conclusión de que los murciélagos eran los huéspedes iniciales más probables, lo que acabaría desembocando en una pandemia en humanos. También determinaron que una filtración del virus desde un laboratorio en China era «altamente improbable», a pesar de los llamamientos de varios científicos para sondear esa posibilidad.
Ben Embarek declaró posteriormente que se habían ejercido presiones políticas sobre el equipo, incluso desde fuera de China, pero que no se había modificado nada del informe como consecuencia de ello. No identificó la fuente de dicha presión.