El vídeo del anuncio comienza con imágenes del asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021 y, en su discurso, Biden avisa que Estados Unidos no puede dar por sentados derechos y libertades, con una advertencia expresa del riesgo que representan los seguidores extremistas del expresidente Donald Trump, que también quiere volver a la Casa Blanca.
“Vamos a terminar el trabajo”, proclamó como principal lema para completar los ocho años en el Despacho Oval, para los que se presenta como contraposición a quienes quieren recortar la seguridad social, reducir los impuestos a las rentas algas, dictar qué decisiones pueden tomar las mujeres, prohibir libros y decir a la gente a quién pueden amar.
UN CANDIDATO
PREDECIBLE
El anuncio formal de ayer prácticamente coincide por fechas por el realizado hace cuatro años, cuando Biden se lanzó formalmente a una carrera por la Casa Blanca no exenta de altibajos y donde uno de sus principales lastres fue la edad. Trump, de hecho, ya comenzó a jugar esta carta en sus actos de campaña y la semana pasada se burló del actual mandatario diciendo en un mitin que estaba gagá e imitándolo.
La edad también es un debate a pie de calle, como lo demuestran una reciente encuesta de NBC que refleja que apenas uno de cada cuatro ciudadanos son partidarios de un segundo mandato. Entre los simpatizantes demócratas, un 51 por ciento opinan que no debería presentarse.
Quienes se oponen a esta segunda etapa en la Casa Blanca citan en un 48 por ciento de los casos la edad como un aspecto clave a tener en cuenta. Si se impone de nuevo en las elecciones de 2024, el que ya es el presidente más anciano de Estados Unidos concluiría su último mandato con 86 años.
Sin embargo, y recelos aparte, todo apunta a que Biden tendrá despejado el camino durante el próximo año, ya que no consta que ningún gran candidato alternativo pueda rivalizar en las primarias demócratas con quien fuese durante ocho años número dos de Barack Obama. Por ahora sólo hay dos nombres, el de la escritora Marianne Williamson y el del abogado antivacunas Robert F. Kennedy Jr., miembro de la saga Kennedy.
RETOS SUPERADOS
Y PENDIENTES
Biden se presentó en 2020 como contrapeso a Trump y con la idea de pasar página a algunas de sus políticas más controvertidas. Tomó las riendas del país en un momento marcado por el asalto al Capitolio, pero también por la pandemia de covid-19, bajo la premisa de acometer mejoras sociales que se chocaron en el último año con muros económicos como la inflación o con decisiones judiciales como la del Tribunal Supremo sobre el aborto.
El presidente también se tropezó con el Congreso en varias ocasiones, a pesar de que durante sus primeros dos años los demócratas tenían el control de ambas cámaras y, tras las elecciones de 2022, conservan el Senado. El nivel de gasto fue motivo recurrente de discrepancias y no existen perspectivas de sacar adelante algunas propuestas en las que Biden mostró especial interés, como la introducción de nuevos límites para las armas.
En el terreno internacional, su principal mancha fue la caótica retirada militar de Afganistán, si bien el último año estuvo marcado por la ayuda brindada a Ucrania, a la que ahora algunos dentro de Estados Unidos abogan por poner límite y las medidas adoptadas contra Rusia y por un pulso prácticamente constante con China. (Europa Press).