Ante la falta de recursos y la caída de las Reservas Internacionales Netas, que su último dato del 8 de febrero mostraba 3.500 millones de dólares, el Gobierno acude al financiamiento externo a organismos multilaterales, pues será difícil acudir al mercado privado por las bajas calificaciones que recibió en marzo de Fitch Rating y Moody´s.
Los economistas indicaron que en última instancia debería acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI), pues a raíz de la pandemia las condiciones se flexibilizaron; y calificaron de error la devolución de recursos más intereses en 2021 a este organismo internacional.
En la gestión de Morales el ex ministro de Economía y Finanzas Públicas y actual presidente Luis Arce, resaltaba que el financiamiento de la inversión pública venía en mayor porcentaje de recursos propios y eran menores los recursos externos. Ahora al parecer la figura cambió.
PROYECTOS
Cusicanqui informó que los dos proyectos de ley fueron tratados ayer y ahora proceden a enviar al órgano legislativo. «Como Órgano Ejecutivo estamos cumpliendo con nuestro mandato de gestionar estos financiamientos externos para poder traer recursos a la economía boliviana y atender también las demandas de infraestructura», informó el ministro en conferencia de prensa.
Explicó que el primer proyecto implica el financiamiento de 115 millones de dólares de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) para «mejoras de políticas e instituciones que permitan continuar y reforzar los servicios públicos del sector salud».
El crédito es a 15 años plazo y cuatro de gracia y se enmarca en la política pública del Gobierno.
El segundo proyecto tiene que ver con el «Programa de construcción de puentes y sus accesos», el cual requiere un financiamiento de hasta 45 millones de dólares de la Corporación Andina de Fomento (CAF).
El crédito establece un plazo de 15 años y seis meses de gracia. Tiene como principal objetivo financiar la construcción, supervisión y obras complementarias de los puentes de Sacambaya y Mapiri y de los puentes río Seco y río Seque, en las regiones de La Paz y Cochabamba, respectivamente.
Por ejemplo, el puente de Sacambaya permitirá unir La Paz y Cochabamba a través de la provincia de Sud Yungas y municipio de Independencia, generará movimiento económico y un flujo permanente de la producción de esas regiones.
Mientras que el puente Mapiri permitirá tener la ruta entre Apolo y Guanay, para llegar a Caranavi.
La construcción de los puentes río Seque y río Seco implica un tramo que une la Cumbre, que es la salida del camino de Los Yungas, con la ciudad de El Alto. La importancia de este proyecto está en que los camiones podrán transportar la producción de manera directa sin pasar por la ciudad de La Paz.