Los futuros de crudo Brent cayeron 1,55 dólares, o un 1,8%, a 84,76 dólares el barril, mientras que el crudo West Texas Intermediate de Estados Unidos bajó 1,69 dólares, o un 2,05%, a 80,83 dólares el barril.
Ambos contratos registraron la semana pasada su cuarta subida semanal consecutiva, la racha más larga desde mediados de 2022.
El dólar se ha fortalecido junto con las alzas de tasas de interés, lo que ha hecho que el petróleo en dólares sea más caro para los tenedores de otras monedas. El índice dólar ganaba alrededor de un 0,6% el lunes.
Los operadores están apostando a que la Fed aumentará su tasa de préstamo en mayo en otro cuarto de punto porcentual y han llevado a finales de este año las expectativas de un recorte de tasas, como suele ocurrir en una desaceleración.
Mientras, se espera que la publicación esta semana de los datos del Producto Interno Bruto chino del primer trimestre sea positiva para los precios de las materias primas, ya que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé que representará la mayor parte del crecimiento de la demanda en 2023.
Sin embargo, la AIE advirtió en su informe mensual de que los recortes de producción petrolera anunciados por los productores de la OPEP+ corren el riesgo de agravar el déficit de suministro previsto para el segundo semestre del año y podrían perjudicar a los consumidores y a la recuperación económica mundial.
La coalición del Grupo de los Siete (G7) mantendrá un precio máximo de 60 dólares por barril para el petróleo ruso transportado por vía marítima, dijo un funcionario del grupo, a pesar del aumento de los precios mundiales del crudo y los pedidos de algunos países de un valor máximo más bajo para restringir los ingresos de Moscú.
En Irak, el Gobierno federal y el Gobierno Regional del Kurdistán (GRK) han resuelto problemas técnicos esenciales para reanudar las exportaciones de petróleo del norte desde el puerto turco de Ceyhan a los mercados internacionales, dijeron cuatro fuentes a Reuters el lunes. (Reuters)