La situación en el país es «crítica» con casi la mitad de la población, unos 4,9 millones de personas en hambruna, según recordó en un comunicado la ONG de acuerdo a datos de Naciones Unidas.
Esta situación empeoró con la sequía y las dificultades para acceder a crédito rural y a productos como semillas o fertilizantes, lo que logró impedir a las familias sacar adelante sus cultivos y supuso que el ganado no encuentre suficiente para comer y beber.
Alianza-ActionAid también recordó que, en los últimos meses, el país tuvo que hacer frente a la subida del precio del combustible y de los alimentos, así como el cierre de puertos y carreteras cerradas, lo que dificulta la compra de productos de primera necesidad durante varios meses.
Con todo ello se agravó la «inseguridad alimentaria», que ahora se agudiza también por el terremoto del pasado 6 de junio y las inundaciones de las últimas semanas, que afectaron a casi 40.000 hogares, según la Protección Civil haitiana.
Los efectos de ambos fenómenos están dificultando la llegada de ayuda humanitaria a personas que dependen de ella y que se encuentran en situación de extrema vulnerabilidad, advirtió la ONG, que manifestó su preocupación por la temporada de huracanes que comenzó a principios de junio y podría traer fenómenos meteorológicos más graves en los próximos meses.
En este contexto, la organización urgió a reponer las reservas de ayuda alimentaria para auxiliar a personas como Marie Lucia Senat, de la comuna Coteaux, en el departamento Sur de Haití, quien por la situación de violencia impuesta por las bandas ya no puede viajar para vender productos en los mercados.
La ayuda humanitaria es la opción que tienen muchos hogares para alimentarse en los próximos cuatro meses, subrayó la coordinadora de proyectos de Alianza-ActionAid en Haití, Florentine David, que espera que con ello se «reduzca la incidencia de la inseguridad alimentaria» y las familias puedan «cubrir otras necesidades básicas, como acudir a un centro médico o a la escuela». (Europa Press)