El PMA espera entregar ayuda durante los próximos días a más de 384.000 personas en los estados de Gedaref, Gezira, Kassala y Nilo Blanco, al tiempo que mantiene la esperanza de poder iniciar las entregas en Nilo Azul, con el objetivo de llegar a los más vulnerables, entre ellos refugiados y desplazados internos.
Manifestado también que tiene entre sus planes incrementar sus operaciones durante los próximos meses y dar ayuda a cinco millones de personas en Sudán, así como apoyar a 600.000 niños y mujeres con programas de prevención y tratamiento de la desnutrición.
A ello se suma que existe una gran cantidad de personas desplazadas por las hostilidades, incluidas cerca de 100.000 que huyeron a los países vecinos, según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que dijo que la cifra podría llegar a ser de 800.000 en las próximas semanas.
El PMA sufrió además el robo de más de 17.000 toneladas métricas de alimentos, en medio de una situación de inseguridad que dificulta enormemente las actividades del organismo en el país africano.
El organismo hace además frente a un «enorme déficit» de fondos que asciende a 300 millones de dólares (alrededor de 273,3 millones de euros) durante los próximos seis meses, si bien Rowe mostró su confianza en que los donantes incrementarán su ayuda.
El PMA sostuvo la semana pasada que las posibilidades de que retome la entrega de ayuda en Sudán depende de que el Ejército las RSF mantengan el pie el alto el fuego, marcado por combates esporádicos, luego de que la directora ejecutiva del organismo, Cindy McCain, anunciara el fin de la suspensión de sus operaciones.
Las hostilidades estallaron el 15 de abril en el marco de un aumento de las tensiones en torno a la integración de las RSF en el seno de las Fuerzas Armadas, parte clave de un acuerdo firmado en diciembre para formar un nuevo gobierno civil y reactivar la transición. (Europa Press).