«Es una situación muy preocupante», reconoció Turk, luego de que más de 100.000 personas hayan huido durante los últimos días desde Nagorno Karabaj después de que Azerbaiyán recuperara el control del territorio tras una ofensiva entre el 19 y el 20 de septiembre.
«Una misión de la ONU fue allí, de manera humanitaria, y vieron que casi no queda nadie», resaltó antes de incidir en que su oficina no tuvo acceso a la región.
«Es muy pronto para decirlo, pero definitivamente en un tema que tenemos que tomarnos muy en serio», manifestó en una entrevista concedida a Europa Press en el marco de su visita a Madrid para participar en un acto organizado por el Ministerio de Exteriores con motivo del 75º aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos.
Indicó también que está en contacto con los gobiernos de Armenia y Azerbaiyán para lograr un camino hacia una solución, algo que pasa por la construcción de confianza y por garantizar el derecho al retorno de forma segura y digna para todos aquellos que huyeron de la zona, reintegrada en Azerbaiyán luego de tres décadas bajo control de gobierno separatista respaldado por Ereván.
La citada misión de la ONU, encabezada por Vladanka Andreeva, visitó la región de Karabaj el 1 de octubre, incluida la ciudad de Stepanakert –capital de la autoproclamada república de Artsaj y localidad conocida en azerí como Jankendi, tras lo que destacó que se les había comunicado que quedaban entre 50 y mil armenios en todo el territorio.
En este sentido, la misión se mostró sorprendida por la forma repentina en la que la población abandonó sus hogares tras la última ofensiva militar azerí, si bien destacó que no recibió informes sobre incidentes de violencia contra civiles tras el alto el fuego pactado el 20 de septiembre.
El primer ministro armenio, Nikol Pashinián, acusó a Azerbaiyán de estar acometiendo una limpieza étnica en la región y, si bien las autoridades azeríes manifestaron que su intención es que los residentes se quedaran en sus hogares y prometieron respetar sus derechos, más de 100.000 personas huyeron en días a través de la frontera.
Nagorno Karabaj es un territorio de unos 4.400 kilómetros cuadrados en el Cáucaso Sur recuperado por Azerbaiyán en una ofensiva militar de apenas 24 horas iniciada el pasado 19 de septiembre, tras las guerras entre 1988 y 1994 y la de 2020. Hasta entonces la zona, de mayoría armenia, había estado más de tres décadas bajo control de fuerzas proarmenias pese a que la comunidad internacional reconocía la región como de soberanía azerí.
El alto el fuego anunciado el 20 de septiembre tras la ofensiva, que dejó más de 200 fallecidos en Nagorno Karabaj y resultó con la muerte de más de 190 militares azeríes, incluye el desarme de grupos armados, la retirada de militares armenios, si bien Ereván niega que estén desplegados en la zona y la reintegración del territorio en Azerbaiyán, para la cual se celebraron hasta ahora tres reuniones entre delegaciones de Azerbaiyán y de representantes armenios de la región. (Europa Press)