En una reunión ante representantes diplomáticos internacionales, el primer ministro solicitó a nombre del Gobierno chadiano la llegada de una enorme ayuda técnica y financiera por parte de los países aquí representados; una solicitud que extendió a cualquier ONG, operador económico o chadianos de buena voluntad.
“Ahora mismo tenemos a 400.000 personas en la frontera este y entendemos que la movilización de la comunidad internacional ante esta tragedia humanitaria no está a la altura de la que hemos observado en otros países”, lamentó el primer ministro en declaraciones recogidas por el portal Al Wihda y Radio France International (RFI).
Sin ir más lejos, la investigadora para crisis internacionales de Amnistía Internacional, Donatella Rovera, avisó ayer de que en la frontera chadiana con Sudán hay 120.000 refugiados del conflicto de Darfur en condiciones deplorables.
Médicos sin Fronteras, por su parte, alertó que un total de 15.000 refugiados llegaron en los últimos días a la ciudad chadiana de Adré procedentes de la capital del estado sudanés de Darfur Occidental (El Geneina), en el marco de los enfrentamientos intercomunitarios entre tribus árabes y masalit, retroalimentados por el conflicto entre el Ejército y los paramilitares.
Rovera avisa que esta población vive ahora un momento particularmente difícil para los niños y las personas mayores ya que la temporada de lluvias comenzó y no hará más que empeorar.
Hay que recordar que Chad está ahora mismo bajo control de una junta militar liderada por Mahamat Idriss Déby, cuya figura fue objeto de protestas después de que decidiera prolongar su mandato concedido por el Ejército en 2021, tras la muerte de su padre, Idriss Déby Itno, que llevaba al frente del país desde 1990, otros dos años antes de la celebración de elecciones.
El país, de escasos recursos, se enfrenta según MSF a niveles de desnutrición incluso mayores debido a la dificultad de ganarse la vida en la estación de lluvia, a los disparados precios de los alimentos y otros productos básicos, a brotes recurrentes de enfermedades.
En este sentido, el primer ministro chadiano recordó que el país tiene que atender a otras crisis de desplazados como la que sucede en el noroeste, donde miles de personas escapan de los abusos del grupo yihadista Boko Haram, y en el sur, con los procedentes de República Centroafricana. En el oeste, miles de cameruneses se han refugiado junto a las poblaciones chadianas a causa del largo conflicto intercomunitario en la región camerunesa de Extremo Norte. (Europa Press).