En su vista pública, Gershkovich vestía una camisa a cuadros, cruzó los brazos y sonrió antes del comienzo de la audiencia en Moscú, que es una apelación contra su detención.
También se pudo ver en la sala a la embajadora de Estados Unidos en Moscú, Lynne Tracy.
A los periodistas y a la embajadora se les permitió entrar en la sala antes del comienzo de la vista, pero luego fueron expulsados y sólo se les iba a permitir volver a entrar para escuchar la decisión al final de la vista.
Gershkovich, periodista del Wall Street Journal, hijo de emigrantes judíos soviéticos nacido en Estados Unidos, fue detenido el mes pasado por el servicio de seguridad ruso FSB durante un reportaje en la ciudad de Ekaterimburgo, en los Urales.
Según el FSB, Gershkovich, de 31 años, intentó obtener información clasificada sobre defensa para el gobierno de Estados Unidos, pero los detalles del caso se mantuvieron en el máximo secreto.
Gershkovich, que también trabajó para AFP, es el primer periodista extranjero detenido por presunto espionaje desde el colapso de la Unión Soviética.
Desde su detención, el 29 de marzo, Gershkovich sólo compareció una vez ante el tribunal, en una vista a puerta cerrada celebrada el 30 de marzo. Permanecerá en prisión preventiva hasta el 29 de mayo.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó su encarcelamiento de totalmente ilegal.
Más de tres docenas de organizaciones de prensa firmaron también una carta dirigida al embajador ruso en Estados Unidos, en la que denuncian acusaciones infundadas de espionaje.
“La detención injustificada e injusta de Gershkovich es una escalada significativa en las acciones de su gobierno contra la prensa”, señala la carta difundida por el Comité para la Protección de los Periodistas.
“Gershkovich es un periodista, no un espía, y debe ser puesto en libertad inmediatamente y sin condiciones”.
El reportero, que tiene fama de periodista de calidad y riguroso, se enfrenta a 20 años de cárcel. Desde su detención se especuló con la posibilidad de un futuro intercambio de prisioneros entre Rusia y Estados Unidos.
Otro estadounidense, el ejecutivo de seguridad corporativa de Michigan Paul Whelan, está encarcelado en Rusia desde diciembre de 2018 por cargos de espionaje, que su familia y el gobierno de Estados Unidos calificaron de infundados. (Infobae).