“Una vez más, al cruzar la frontera de la Federación Rusa vemos que el ejército y las autoridades políticas (rusas) no están preparadas para esto”, dijo el líder del Cuerpo de Voluntarios Rusos (CVR,) una de las dos formaciones que participaron en la incursión, en una rueda de prensa celebrada en el lado ucraniano de la frontera.
Para el líder de la formación, identificado por la agencia ucraniana Ukrinform como “Denis White Rex”, el éxito de la incursión demuestra la incapacidad de Rusia para defender la frontera.
El comandante del CVR también aseguró que los combatientes llegaron a controlar varias localidades de Bélgorod durante un día, según informa Ukrinform, y desmintió que decenas de integrantes de los dos grupos hayan sido liquidados como aseguran las autoridades rusas.
El ejército ruso declaró que había derrotado a los militantes que atacaron la región fronteriza rusa de Belgorod con vehículos blindados el día anterior, matando a más de 70 “nacionalistas ucranianos” y haciendo retroceder al resto hacia Ucrania.
Según White Rex, que según medios ucranianos es el ex ultra de fútbol y ultranacionalista ruso establecido en Ucrania Denis Kapustin, la operación militar en la que participa el CVR continúa, aunque no está en su fase más activa.
El líder del CVR afirmó, además, que su grupo consiguió destruir equipamiento militar de las fuerzas armadas rusas.
El martes, este grupo había difundido imágenes que mostraban a los partisanos tomando aparentemente el control de un puesto fronterizo y mostrando al mundo por primera vez la imagen de ciudadanos rusos activamente alzados en armas contra el Kremlin.
El líder del otro grupo de voluntarios implicado, la Legión Libertad para Rusia, afirmó que las fuerzas de seguridad rusas reaccionaron con pánico a la incursión y tardaron varias horas en reaccionar.
Estas dos formaciones que luchan con el ejército ucraniano contra las fuerzas armadas rusas tienen como objetivo declarado “liberar” Rusia de Vladímir Putin y cuentan con el apoyo tácito de las autoridades de Kiev. Entre sus líderes hay figuras de extrema derecha.
Según analistas, la incursión de partisanos en Belgorod refuerza la posición de Ucrania ante una posible contraofensiva, ya que podría obligar al Kremlin a desviar tropas de las líneas del frente.
Kiev está preparando una gran contraofensiva con la que espera derrotar la guerra de conquista rusa no provocada.
“Demuestra que la frontera rusa no está defendida y esto, por supuesto, hará que Rusia desvíe tropas de las líneas defensivas en otros lugares de Ucrania para intentar reforzar esa frontera”, declaró Keir Giles, que trabaja en el programa sobre Rusia y Eurasia de Chatham House, un prestigioso centro de estudios británico. (Infobae/Efe/Reuters)