El carácter ecológico del Parque Nacional Amboró (Pnanmi) es fundamental porque de allí nacen las fuentes de agua que alimentan el caudal del río Piraí, mismo que abastece de agua a la ciudad de Santa Cruz y que, además, mediante la generación de nubes producto de la evapotranspiración de los bosques, conformando los denominados ríos voladores, aporta a nutrir los nevados de la cordillera de Los Andes.

Sin embargo, los incendios forestales provocados por personas, están afectando seriamente a ese emblemático lugar en el que inclusive se registran los famosos helechos gigantes que tendrían carácter endémico. Versiones periodísticas reportan que autoridades que inspeccionaron el lugar hallaron llantas quemadas que habrían sido usadas para generar las quemas.

PARQUE AMBORÓ Y RÍOS VOLADORES

Los ríos voladores son así llamados, pues se constituyen en flujos aéreos masivos de agua en forma de vapor “que vienen del océano Atlántico tropical y son alimentados por la humedad que evapora de la Amazonía. Se encuentran a una altura de hasta dos kilómetros y pueden transportar más agua que el Amazonas” («Qué son los ‘ríos voladores’ de Sudamérica que llevan por aire tanta agua como el Amazonas», BBC News Mundo, 29 de agosto de 1917).

Según el especialista Juan Carlos Sauma, experto en recursos hídricos, es muy importante la conservación del bosque existente en el Pnanmi Amboró y sus áreas aledañas, pues este garantiza un ciclo adecuado de lluvias ya que estas se generan debido a las corrientes húmedas que llegan a Santa Cruz («Sin bosque imposible atrapar agua de ‘los ríos voladores’», Cámara Forestal de Bolivia, 18 de agosto de 2023).

“Samaipata está en el área de manejo integrado, el ANMI del Parque Nacional Amboró, es uno de los lugares con mayor megabiodiversidad del planeta y la importancia es que de ahí nacen las fuentes de agua que aumentan el caudal del río Piraí, que alimentan la ciudad de Santa Cruz a través de las raíces, pero también este bosque lo que permite es la generación de nubes que van a alimentar de nieve a Los Andes”, destacó Rossmery Jaldín, presidenta de una de las principales organizaciones territoriales de base del municipio de Samaipata.

El Parque Nacional Amboró, al oeste del departamento de Santa Cruz, fue creado como reserva nacional en 1973 bajo el nombre de “Tcnl. Germán Bush” bajo decreto supremo, al presente cuenta con una superficie de más de 637 mil hectáreas y entre sus objetivos es proteger la cobertura natural boscosa, la misma sirve de protección a ríos y arroyos, así como conservar las cuencas hidrográficas.

Entre su flora registra 4 mil a 5 mil especies de plantas, tanto arbóreas como arbustivas, entre ellas destaca la presencia de extensas manchas de helechos arbóreos gigantes en los bosques nublados, nogales, mara, tajibo, cedro, cactus endémicos, orquídeas bromelias y una gran variedad de palmeras. Su fauna cuenta con el jucumari, armadillos, zorros, félidos, primates y algunos roedores, especies carnívoras y aves rapaces, además del caimán yacaré, la boa constrictor entre otros anfibios, reptiles y más de cien especies de peces.

“… todo este espacio es vital, es agua, es bosque, es vida para la ciudad, el campo, y además para aliviarnos un día de la crisis que estamos viviendo climática, es que (está) entre sus funciones como que te regula el clima”, recalcó Rossmery Jaldín en el marco de un importante conversatorio auspiciado en Warnes por la fundación Tierra que realizó un balance participativo, desafíos para el activismo y lucha social contra el agronegocio, los transgénicos y temas conexos.

“Estamos justamente en eso, queriendo buscar y dar alternativas de solución, buscando estas alianzas para que de una vez se pueda hacer un cambio en el marco normativo, para que se puedan abolir todas estas leyes que están incendiando el país, porque lo que se va vivir en el futuro es que se puede tener la Chiquitanía como un desierto, ya Santa Cruz ha perdido fuentes de agua importantes y si seguimos al ritmo que estamos yendo nos vamos a quedar sin agua, sin bosques, sin vida”, sostuvo. (Erbol/Agencias de Noticias Ambientales)