El Parlamento de Israel dio luz verde ayer al Gobierno de emergencia pactado entre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el dirigente opositor, Benny Gantz, para unir fuerzas en respuesta a los ataques del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
El Gobierno de emergencia, en el que no participará el opositor Yair Lapid, quedó aprobado con 66 votos a favor frente a cuatro votos en contra. El Parlamento, también conocido como Knesset, validó además al diputado de Shas Uriel Busso como ministro de Sanidad.
“Hoy unimos fuerzas para perpetuar la eternidad de Israel. Tenemos un gobierno fuerte. Nos esperan días difíciles, pero no nos disuadiremos y no nos rendiremos”, aseguró Netanyahu ante el Parlamento durante el debate previo a la votación.
El primer ministro israelí volvió a recordar las atrocidades cometidas por los miembros de Hamás, recordando que la única opción es la victoria y la total eliminación de Hamás.
El partido de Gantz contará con cinco ministros sin cartera en este Ejecutivo de emergencia, en el que también estará el ministro de Defensa Yoav Gallant, cuya función principal será evaluar las decisiones militares tras la ofensiva iniciada por Hamás, por tierra, mar y aire, el pasado sábado.
La decisión, aunque sea de carácter temporal y debido a las circunstancias excepcionales, marca un hito en la histórica política de Israel, especialmente convulsa en los últimos tiempos. Poco antes de la ofensiva de Hamás, Gantz había exigido la dimisión de Netanyahu por sus causas judiciales abiertas y por abrirle las puertas del Gobierno a la ultraderecha, representada en Itamar Ben Gvir.
NUBARRÓN PARA LA
ECONOMÍA MUNDIAL
“Las consecuencias del ataque sin precedentes de Hamás a Israel añaden un nuevo nubarrón a un horizonte poco soleado para la economía mundial”, consideró ayer la directora general del FMI, Kristalina Georgieva, durante una rueda de prensa en Marrakech.
Georgieva, apuntó que es desolador ver a inocentes morir con ataques recíprocos. «¿Quién paga el precio? Son los inocentes quienes pagan el precio», ha lamentado, a tiempo que exhortó rezar por la paz.
«Hemos visto algunas reacciones en el mercado petrolero, pero es demasiado pronto para decir más, vemos sucederse alzas y bajas», precisó.
En una entrevista con motivo de la asamblea anual del FMI y el Banco Mundial que esta semana se celebra en Marrakech (Marruecos), el economista jefe de la organización, Pierre-Olivier Gourinchasse, mostró apenado por la pérdida de vidas en el conflicto.
“Estamos vigilando la situación de cerca», apuntó, pero es muy pronto para pensar en las implicaciones económicas de lo que está pasando en Israel, por lo que señaló que tienen que ser cuidadosos.
El FMI mantuvo su previsión de crecimiento en 3,0% para este año, pero bajó para el 2024 a 2,9%, advirtiendo que la economía está cojeando, no corriendo.
“Aún así, la intensificación de tensiones en Oriente Medio se suman a las graves perturbaciones que ya enfrenta la economía mundial y que se están convirtiendo en la nueva norma, que fragiliza aún más un mundo ya debilitado por un crecimiento flojo y la fragmentación de su economía», insistió Georgieva.
La jefa del FMI, llamó a los países a reinstaurar las reglas presupuestarias para ser capaces de responder a los impactos futuros y hacer las inversiones necesarias tras una época de reiteradas perturbaciones, desde la pandemia de covid-19. (Infobae/Afp/Efe/Europa Press)