El Papa agradece así a las autoridades de cada país el permiso para cruzar su espacio aéreo, una costumbre que los papas practican tradicionalmente durante sus viajes internacionales. En esta ocasión, Francisco sobrevoló, además de China, Italia, Croacia, Bosnia Herzegovina, Serbia/Montenegro, Bulgaria, Turquía, Georgia, Azerbaiyán y Kazajstán.
En respuesta al telegrama enviado por el Pontífice al presidente de China, el portavoz del Ministerio de Exteriores, Wang Wenbin, expresó, durante su intervención en su briefing diario, que el país quiere «reforzar la confianza mutua» en el Vaticano.
Según informa la revista jesuita América Magazine, aunque las autoridades de Beijing permitieron que el avión en el que viaja el Papa sobrevuele el espacio aéreo de China, no aceptaron a ningún obispo o católico de China continental.
Tal como indica la revista jesuita, la orden provendría del Departamento de Trabajo del Frente Unido del Partido Comunista Chino, impidiendo a los prelados católicos chinos reunirse con el pontífice en la capital de Mongolia, Ulán Bator, donde este fin de semana se celebrará una cumbre interreligiosa.
El Vaticano y China firmaron hace cinco años un convenio para el nombramiento consensuado de los obispos católicos chinos, un marco que permite a los fieles chinos tener obispos que están en comunión con Roma y que respeten al Papa como autoridad suprema, pero al mismo tiempo que sean reconocidos por las autoridades chinas. (Europa Press).