La OTAN anunció ayer el despliegue de 700 efectivos adicionales en Kosovo tras los ataques sufridos por la misión de la OTAN en Kosovo (KFOR), donde 30 soldados resultaron heridos en los altercados con manifestantes serbokosovares concentrados en Zvecan para protestar contra el nuevo alcalde de la localidad.
En declaraciones desde Noruega, donde tiene lugar una reunión informal de ministros de Exteriores de la OTAN, el secretario general aliado, Jens Stoltenberg, confirmó el refuerzo con 700 efectivos procedentes de las Fuerzas Operativas de Reserva (ORF) para los Balcanes Occidentales.
Stoltenberg expresó su condena de los ataques «no provocados» contra fuerzas de la OTAN en Kosovo. «Son inaceptables y deben parar», aseguró, subrayando que estos casos de violencia suponen un revés para Kosovo y sus aspiraciones euroatlánticas.
En este sentido, el exprimer ministro noruego solicitó a Serbia y Kosovo que tomen medidas concretas para desescalar la crisis y evitar cualquier comportamiento irresponsable que pueda empeorar la situación.
Este paso es una medida prudente que busca garantizar que KFOR disponga de capacidades que necesita para mantener la seguridad de acuerdo al mandato de Naciones Unidas, insistió Stoltenberg, después de que previamente, en un comunicado, el Mando Aliado de la Fuerza Conjunta de Nápoles anunciara la orden de reforzar la misión en Kosovo con fuerzas adicionales de la ORF, «en respuesta a los recientes disturbios que dejan heridos 30 miembros de KFOR».
Además, la OTAN ordenó también aumentar el nivel de alerta de un batallón de fuerzas de reserva adicional, que, si fuera necesario, podría desplegarse en Kosovo en el margen de siete días con el objetivo de aumentar la fuerza de KFOR.
Esta medida llega después de que 30 militares de la OTAN en Kosovo hayan resultado heridos, varios de ellos por armas de fuego, en altercados con manifestantes serbokosovares. En total, 11 soldados del contingente italiano y 19 del contingente húngaro sufrieron heridas múltiples, incluidas fracturas y quemaduras por artefactos incendiarios explosivos improvisados.
Los incidentes registrados el fin de semana vivieron su auge con choques entre efectivos de mantenimiento de la paz de KFOR y manifestantes serbokosovares concentrados en Zvecan para protestar contra el nuevo regidor de la localidad, de origen albanés, y surgido de las elecciones del pasado abril que boicoteó la mayoría serbokosovar.
UE PIDE «MEDIDAS URGENTES» PARA REBAJAR LA TENSIÓN
Por su lado, el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, condenó los actos violentos contra ciudadanos, medios de comunicación, fuerzas del orden y las tropas de la misión KFOR de los últimos días en Kosovo. «Son absolutamente inaceptables y conducen a una situación muy peligrosa», alertó.
En este sentido, Borrell solicitó a serbios y kosovares medidas urgentes para rebajar la tensión de forma inmediata e incondicional. «Hay que evitar cualquier nueva acción unilateral y restablecer la calma. Como primera medida, espero que las autoridades de Kosovo suspendan las operaciones policiales centradas en los edificios municipales del norte de Kosovo, y que los manifestantes violentos se retiren», señaló.
En este sentido, indicó que seguirá los contactos con el presidente serbio, Aleksander Vucic, y el primer ministro kosovar, Albin Kurti, para cerrar un próximo encuentro de alto nivel entre ambos en Bruselas, con el que encauzar la situación tras un nuevo pico de violencia. (Europa Press).