El enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Geir Pedersen, reclamó pasos concretos a las partes en Siria para poder avanzar hacia un proceso de paz, a tiempo de alertar que durante las últimas semanas se registraron algunas de las amenazas más graves a la relativa calma existente desde 2020.
“Siria está en ruinas y la paz sigue siendo algo remoto. De forma trágica, una solución completa al conflicto sirio sigue siendo algo escurridizo”, dijo Pedersen, que manifestó que la falta de voluntad política, la distancia entre las posiciones de las partes, la profunda desconfianza y el complicado clima internacional juegan un papel en el estancamiento de los esfuerzos para lograr la paz.
«El sufrimiento y el sentimiento de desesperanza de los sirios está aumentando. No podemos simplemente aceptar el ‹statu quo›, porque cada vez empeorará más y bien podría desmoronarse, lo que generaría nuevos desafíos», señaló, antes de insistir en que es necesario que el proceso político empiece a traducirse en el terreno y a dar esperanza.
Por ello, reclamó durante una comparecencia ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas pasos concretos con contribuciones de todas las partes, paso a paso y apostó por centrarse con urgencia en el movimiento político para cambiar la dinámica.
En este sentido, subrayó que una década de conflicto, la corrupción y la mala gestión, los shocks económicos externos, el tráfico de drogas y las sanciones provocó que la economía se desplome, antes de incidir en lugar de que se creen las condiciones para que los desplazados vuelvan de forma voluntaria, segura y digna, los civiles siguen murieron y resultaron heridos, por la violencia, con decenas de miles de desplazados el mes pasado. «Hemos visto durante este periodo algunas de las amenazas más graves a la relativa calma que prevalece desde 2020, incluidas dos semanas de enfrentamientos armados entre tribus árabes y las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) en Deir Ezzor», afirmó.
Pedersen enumeró además que durante estas últimas semanas hay grupos opositores armados intentando avanzar en territorio controlado por las FDS, provocando más enfrentamientos e intercambios de disparos entre las FDS y la oposición armada, así como bombardeos turcos y progubernamentales.
Además, citó entre los incidentes múltiples ataques a través de las líneas de frente por parte de Hayat Tahrir al Sham (HTS) que controla la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, un dramático repunte de los ataques con artillería y bombardeos del Gobierno en el noroeste de Siria, nuevos bombardeos por parte de Israel y Jordania y más ataques del grupo yihadista Estado Islámico.
Por ello, hizo hincapié en que si no se coge el camino del diálogo, la alternativa es (…) un futuro deterioro en los frentes humanitario, institucional y de seguridad, lo que es una receta para el desastre para el pueblo sirio y la región que va en contra de los intereses comunes de la comunidad internacional sobre estabilidad y progreso en Siria. (Europa Press)