El acusado, Nguyen Van Chuong, fue condenado a muerte por el asesinato del policía en julio de 2007, pero siempre insistió en su inocencia y afirmó que su confesión fue obtenida bajo tortura.
A principios de este mes, un tribunal de la ciudad de Hai Phong notificó a la familia del convicto que se había tomado la decisión de proceder a la ejecución, sin especificar la fecha.
Condenar a muerte a una persona tras obtener una confesión mediante la tortura constituye una violación del derecho a la vida y viola la prohibición absoluta de la tortura, según el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, del que Vietnam forma parte, según explicó. (Europa Press).