La coordinadora humanitaria de la ONU para Ucrania, Denise Brown, dijo en un comunicado que la organización se comprometió con Moscú y Kiev, cada uno de los cuales ocupa partes de la región sur de Jersón donde se encuentran la represa y el embalse, para abordar la «destrucción devastadora» causada por la ruptura del dique.
El gobierno ruso «rechazó hasta ahora nuestra solicitud de acceder a las áreas bajo su control militar temporal», dijo Brown.
«Instamos a las autoridades rusas a actuar de acuerdo con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario», agregó su declaración.
Fotos exclusivas de drones e información obtenida por The Associated Press indican que Rusia tenía los medios, el motivo y la oportunidad de volar la represa, que estaba bajo control ruso, a principios de este mes.
La explosión ocurrió cuando Ucrania se preparaba para una contraofensiva. Las fuerzas de Kiev intensificaron recientemente los ataques a lo largo de la línea del frente de 1.000 kilómetros (600 millas).
La represa se encuentra en el río Dnieper, que forma la línea de frente entre las fuerzas rusas y ucranianas en las orillas este y oeste, respectivamente. Algunos analistas vieron la ruptura de la represa como un esfuerzo ruso para frustrar la contraofensiva de Ucrania en la región de Jersón.
El Ministerio de Defensa del Reino Unido dijo ayer que Rusia redesplegó recientemente varios miles de tropas de las orillas del Dnieper para reforzar sus posiciones en los sectores de Zaporizhzhia y Bakhmut, que, según se informa, fueron testigos de intensos combates.
La medida probablemente refleja la percepción de Rusia de que ahora es menos probable un gran ataque ucraniano a través del Dniéper tras el colapso de la represa, dijo en un tuit.
La viceministra de Defensa de Ucrania, Hanna Maliar, dice que las fuerzas de Kiev liberaron un total de ocho asentamientos en el transcurso de dos semanas en los ejes de Berdyansk y Melitopol de su contraofensiva en el sureste del país. (Infobae/AP)