“La situación empeoró hasta niveles alarmantes, exacerbada por la estrategia del Ejército de evitar ayudas que permitan salvar vidas, especialmente entre las poblaciones más desesperadas», aseveró en un comunicado.
Así, acusó a la junta de seguir dando prioridad a sus propios objetivos ante cualquier otro tipo de consideraciones, como la necesidad de que las comunidades más afectadas por el conflicto reciban asistencia.
Shamdasani manifestó así que la dura situación sobre el terreno se vio agravada por la actitud del Ejército y las restricciones a la entrega de ayuda, especialmente tras el paso del ciclón ‹Mocha› el pasado mes de mayo, lo que ha traído más miseria y sufrimiento a la población local.
Por ello, recordó que “la obstrucción de la entrega de ayuda humanitaria a la población civil puede constituir una flagrante violación del Derecho Internacional» y ratificó que la crisis en Birmania es masiva. (Europa Press).
En este sentido, explicó que cerca de 1,5 millones de personas se encuentran desplazadas a nivel interno y casi 60.000 estructuras civiles fueron destruidas, mientras que más de 17,6 millones de personas, cerca de un tercio de la población, necesita asistencia humanitaria.