La Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas, alertó ayer de un empeoramiento considerable de la situación en la región etíope de Amhara (norte) a raíz del reciente repunte de los combates entre el Ejército y la milicia Fano, que llevaron al Gobierno a declarar el 4 de agosto el estado de emergencia por el incremento de la inseguridad.
«Estamos muy preocupados por el deterioro de la situación de los Derechos Humanos en algunas regiones de Etiopía», señaló la portavoz de la oficina, Marta Hurtado, que hizo hincapié en la gravedad de la situación en Amhara, donde murieron más de 180 personas en los combates registrados desde julio.
Asimismo, relató que el estado de emergencia da a las autoridades amplios poderes a nivel nacional para arrestar a sospechosos sin orden judicial, imponer toques de queda y prohibir las reuniones públicas, antes de añadir que el organismo recibió informes sobre el arresto de más de mil personas en Etiopía bajo esta ley.
«Muchos de los detenidos son jóvenes de origen étnico amhara sospechosos de apoyar a las milicias Fano», especificó Hurtado, que también detalló que desde principios de agosto se informó sobre registros masivos puerta por puerta, mientras que al menos tres periodistas etíopes que cubren la situación en la región de Amhara fueron detenidos.
«Estas personas habrían sido trasladados a centros de detención improvisados que carecen de los servicios básicos. Pedimos a las autoridades que detengan los arrestos masivos, garanticen que toda privación de la libertad es revisada judicialmente y que liberen a todos los detenidos de forma arbitraria», dijo a tiempo de argumentar que las autoridades deben garantizar que las condiciones de detención están en línea con las normas y estándares internacionales.
Hurtado reclamó además a las autoridades que permitan que organismos de supervisión, incluida la propia Oficina de Derechos Humanos de la ONU y la Comisión de Derechos Humanos de Etiopía (EHRC), tengan acceso regular y sin condiciones a todos los centros de detención. «La seguridad de los detenidos será garantizada y deben contar con la protección total de sus Derechos Humanos, incluido un juicio justo y garantías de procedimiento», sostuvo.
«Mientras las fuerzas federales reafirman su presencia en ciertas localidades y con los informes sobre la retirada de las milicias Fano hacia zonas rurales, pedimos a todos los actores que pongan fin a los asesinatos y a otras violaciones y abusos. Las diferencias deben ser abordadas a través del diálogo y el proceso político», explicó.
Por otra parte, Hurtado apunto a denuncias sobre la detención de 2150 miembros de la comunidad tigrayana en una zona en disputa en Tigray Occidental, arrestos supuestamente realizados en el marco de operaciones conjuntas de la Policía de Amhara, las autoridades locales y las milicias locales, incluidos jóvenes armados de Wolkait.
«Los detenidos fueron trasladados por jóvenes armados wolkait a un área controlada por la Administración Regional Interina de Tigray, establecida tras el acuerdo de paz firmado en noviembre de 2022 con el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) donde fueron interceptados por el Ejército etíope», especificó, antes de añadir que los militares dieron a los detenidos la opción de quedarse en la zona o volver a Tigray Occidental.
Hurtado apuntó además que la situación en Oromía también es motivo de preocupación y reiteró en que todas las violaciones y abusos de los Derechos Humanos en varias regiones de Etiopía deben ser investigados de forma rápida, imparcial y efectiva. «Los responsables deben rendir cuentas», aseveró.
DIEZ MUERTOS EN
NUEVOS COMBATES EN AMHARA
En este contexto, al menos diez personas murieron en nuevos enfrentamientos registrados en Amhara después de una semana de calma relativa, en medio de las tensiones por la decisión anunciada en abril sobre la disolución de las fuerzas especiales regionales.
Residentes de la localidad de Debre Tabor relataron en declaraciones a la cadena de televisión británica BBC que los combates, que estallaron durante el fin de semana y continuaron durante la jornada del lunes, estuvieron protagonizados por milicias locales y las tropas etíopes, sin que las autoridades se hayan pronunciado al respecto.
Testigos citados por este medio indicaron que el principal hospital de la ciudad sufrió daños tras ser alcanzado por fuego de artillería, mientras que un doctor del centro detalló que alrededor de 25 personas resultaron heridas en el suceso. Asimismo, se registraron combates en los alrededores de las localidades de Debre Markos y Fenote Selam, sin que por ahora haya informaciones sobre víctimas.
El Gobierno etíope declaró a principios de agosto el estado de emergencia en Amhara en respuesta a meses de enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y las milicias Fano, que colaboró con los efectivos de Amhara durante la guerra entre 2020 y 2022 contra el TPLF.
La decisión de disolver las fuerzas especiales regionales, incluidas las de Amhara, especialmente poderosas en el marco del proceso de paz con el TPLF provocó importantes tensiones, en el marco de las cuales fueron asesinados varios políticos, entre ellos el líder del gubernamental Partido de la Prosperidad en la región, Girma Yeshitila.
Las milicias Fano estuvieron posicionadas del lado de las fuerzas especiales de Amhara en la guerra contra el TPLF y participaron además en operaciones contra el grupo rebelde Ejército de Liberación de Oromía (OLA). La decisión del Gobierno de disolver a estas fuerzas especiales llevó a muchos de sus miembros a unirse a estas milicias y a protagonizar ataques contra el Ejército.
Estas milicias tomaron el 2 de agosto el aeropuerto de la ciudad de Lalibela, tras lo que se hicieron con el control de otras localidades. Sin embargo, el Ejército de Etiopía afirmó el 8 de agosto que había recuperado las ciudades de Lalibela, Gondar y Bahir Dar, poniendo fin a los principales combates. (Europa Press).