Turk advirtió de que la violencia genera más violencia, en un comunicado en el que condena la última operación israelí y el atropello intencionado perpetrado ayer en Tel Aviv. Forman parte, a su juicio, de un patrón demasiado habitual en Oriente Próximo, por lo que apeló a la calma para evitar una escalada aún mayor de las tensiones.
Para el Alto Comisionado, la ofensiva israelí en Yenín, que derivó en la huida de más de 3.000 personas de un campo de refugiados, genera graves dudas en cuanto a si se están respetando estándares básicos del Derecho Internacional, entre ellos la protección y el respeto del derecho a la vida.
«El Derecho Internacional establece obligaciones claras para Israel que, como potencia ocupante, debe garantizar que todas las operaciones se planean y controlan para minimizar en la medida de lo posible el uso de la fuerza y, en particular, de la fuerza letal», señaló el Alto Comisionado, que llamó también a garantizar la atención médica de todos los palestinos que puedan resultar heridos. (Europa Press).