«Sin nuestro personal femenino, la comunidad humanitaria no puede llegar con eficacia a las mujeres y las niñas. Con más de 28 millones de personas necesitadas desesperadamente de ayuda para sobrevivir, este acto cortará los salvavidas de la gente», indicó en un comunicado conjunto.
El texto, firmado por Save the Children, Acción contra el Hambre, el Consejo Danés para los Refugiados, INTERSOS, el Consejo Noruego para los Refugiados y World Vision, refleja que esta prohibición contra las mujeres cooperantes supone un coste en vidas perdidas debido a los niveles récord de hambre en el país.
Esto se produce luego de que la misión de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) alertara en la víspera de que las autoridades instauradas por los talibanes impidieron a su personal femenino entrar en una de sus oficinas, así como trabajar, en la provincia de Nangarhar (este).
Según aseguró Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, no queda claro si la prohibición a sus trabajadoras se extiende a todo el país o solo a la citada provincia, ya que las autoridades locales habrían ordenado formalmente esta medida, aunque no podría ser aplicable al resto del territorio afgano.
El Ministerio de Economía de la autoridad talibán de Afganistán emitió en diciembre un decreto en el que ordenaba a todas las ONG, ya sean nacionales o internacionales, la suspensión de los contratos de trabajo de las mujeres hasta nuevo aviso.
Tras una serie de protestas, así como de advertencias de varias organizaciones de paralizar la ayuda humanitaria, el portavoz de dicha
cartera, Abdul Rahman Habib, afirmó en enero que las mujeres podrían trabajar en las ONG que quisieran. (Europa Press)