La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la enfermedad de chagas continúa siendo un problema de salud pública, especialmente en varias zonas endémicas de Latinoamérica continental, donde la carga para los sistemas sanitarios aún es elevada.
Según la OMS, entre 6 y 7 millones de personas a nivel mundial están infectadas por ‘Trypanosoma cruzi’, el parásito que causa la enfermedad de Chagas, lo que provoca unas 12.000 muertes al año y deja a unos 75 millones de personas en riesgo de infección.
La incidencia anual es de 30.000-40.000 casos, pero en muchos países las tasas de detección son bajas (menos del 10% y a menudo menos del 1%) y las personas que padecen la enfermedad suelen enfrentarse a importantes obstáculos para el diagnóstico y una atención sanitaria adecuada.
La enfermedad de Chagas suele denominarse enfermedad silenciosa porque la mayoría de los pacientes no presentan síntomas ni durante la fase aguda ni durante la crónica de la infección, hasta que los daños están demasiado avanzados para poder revertirlos.
Por lo tanto, la OMS considera que la descentralización de los servicios de diagnóstico y atención y su integración en los sistemas nacionales de salud pueden desempeñar un papel crucial para garantizar la detección, notificación y gestión eficaces de los casos.
AVANCES SIGNIFICATIVOS A PESAR DE LOS RETOS
La OMS apunta que en la lucha contra el Chagas se lograron avances significativos, a pesar de las difíciles circunstancias. Por ejemplo, se interrumpió la transmisión vectorial domiciliaria en Belice, Chile, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, Paraguay y Uruguay, así como en muchas zonas de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, El Salvador, Guayana Francesa, Guatemala, Guyana, México y Perú.
Sin embargo, en las últimas décadas el Chagas se detectó en muchos países fuera de América Latina, incluidos Estados Unidos y Canadá.
El organismo sanitario internacional de Naciones Unidas apunta que esta mayor difusión está relacionada con el aumento de los movimientos de población. En cualquier caso, recuerdan que la transmisión del parásito del Chagas puede tener lugar en cualquier lugar a través del consumo de alimentos, las transfusiones de sangre y el trasplante de órganos.
El cribado universal de donantes de sangre y hemoderivados se implanto en todos los países latinoamericanos y se está aplicando cada vez más en países con casos de Chagas. Muchos países están ampliando esta intervención para eliminar el riesgo de Chagas congénito.
Según la OMS, también existió avances importantes para mejorar el acceso a medicamentos: el nifurtimox y el benznidazol, utilizados para tratar la enfermedad de Chagas, son donados actualmente a la OMS por Bayer e Insud Pharma, respectivamente, y se ponen a disposición de los países que los solicitan, en su mayoría de forma gratuita.
De los 44 países en los que se identificaron casos de enfermedad de Chagas, seis ya establecieron normas para notificar los casos agudos y crónicos y para llevar a cabo la vigilancia epidemiológica de la transmisión de la enfermedad (Brasil, Chile, Ecuador, México, Paraguay y Uruguay). (Europa Press).