Los periodistas no son censores, es decir, correctores de la información que dan las fuentes informativas, sino que dan paso a lo que se diga, sea favorable o negativo, y es el público quien juzga si se comete un error o no, porque la tarea elemental del periodista es recoger la voz de todos, reflexionó en vida Alberto Zuazo, periodista de gran trayectoria y editor general de EL DIARIO.