El Colegio Médico de Bolivia aceptó a la ministra de Salud, Ariana Campero, redactar un nuevo decreto sobre la Autoridad de Fiscalización de Salud, como le solicitó, pero acondicionó con la presencia de la Iglesia Católica como garantía. Entretanto, al menos 50 mil consultas, fueron suspendidas durante los días de huelga.