La ciudad de La Paz intenta retomar su normalidad, luego de las jornadas marcadas por la violencia, el vandalismo y la zozobra. Sin embargo, pese a la posesión de la nueva presidenta del Estado, cuya responsabilidad recayó en la senadora opositora, Jeanine Añez, los vecinos de La Paz y El Alto mantienen sus esquinas protegidas con barricadas, con la finalidad de evitar más hechos vandálicos e inseguridad.