Cuando dos personas deciden construir una vida en pareja, lo natural es que tomen esa decisión porque están seguros de que juntos encontrarán la felicidad. Pero, como todo el mundo sabe, un matrimonio no siempre acaba resultando según lo esperado. En ocasiones puede convertirse en todo lo contrario, en una auténtica pesadilla para dos personas incompatibles. Lo que parece exagerado es preferir la cárcel que seguir viviendo junto al cónyuge. Sin embargo, nuestro protagonista del día llegó exactamente a esa conclusión.