Nagoro, una pequeña aldea de Japón a 563 kilómetros al sudoeste de Tokio. Ubicada en la isla de Shikoku, prefectura de Tokushima, está habitada por más de 300 muñecos de tamaño real que imitan la vida que ya no existe: niños que nacen, estudian, crecen, ejercen oficios, forman más familias.