La Organización Mundial de la Salud (OMS) participó en un estudio, publicado en el “New England Journal of Medicine”, que evidencia que la dexametasona, un glucocorticoide que se usa para tratar muchas afecciones como, por ejemplo, los problemas reumáticos y el Covid-19 grave, puede aumentar la supervivencia de los bebés prematuros cuando se administra a mujeres embarazadas con riesgo de parto prematuro que viven en zonas de bajos recursos.