El primer ministro holandés, Mark Rutte, anunció este lunes un "confinamiento duro" que incluye el cierre de los colegios, institutos y universidades, así como los edificios públicos y los comercios no esenciales hasta el 19 de enero en un intento de atajar los contagios de coronavirus. Se impone el teletrabajo y las reuniones en el exterior se limitan a dos personas.