Según el reporte de la Fundación Natura Bolivia, los valles de Santa Cruz se encuentran entre las regiones más biodiversas de la tierra, con una extensión altitudinal de casi 3.000 metros y ubicados en la intersección de tres ecosistemas principales: la Amazonia, los Andes y los Bosques Secos del Centro de Sudamérica. Sin embargo, la presión de la agricultura en la región ha llevado a la degradación y fragmentación de los bosques, así como a la contaminación del medio acuático, con implicaciones para las especies acuáticas, los animales en los bosques y las comunidades locales.