En el cuadro femenino, la pista número 17 fue el escenario de una lesión dramática, la de la estadounidense Bethanie Mattek-Sands, que sintió como su rodilla derecha se rompía durante su partido de segunda ronda contra la rumana Sorana Cirstea. Al comienzo del tercer set, la americana sufrió una espectacular caída torciéndose la rodilla cuando se acercaba a la red. Sus gritos de dolor y pidiendo auxilio, “ayudadme, ayudadme, por favor” se escucharon por todo el recinto y Cirstea saltó la red para auxiliarla. Allí permaneció durante 15 minutos y después fue evacuada de la pista en camilla y trasladada a un hospital. La lesión de Mattek-Sands impedirá que ella y la checa Lucie Safarova puedan ganar su cuarto Grand Slam consecutivo en dobles. Cirstea pasó ronda al imponerse por 4-6, 7-6 (4) y abandono, y será la próxima rival de la española Garbiñe Muguruza, décimo cuarta favorita, que venció a la belga Yanina Wickmayer, 96 del mundo, por 6-2 y 6-4 para regresar a la tercera ronda del torneo de Wimbledon. En la pista número tres del All England Club, Garbiñe dejó atrás a su segunda adversaria este año en una hora y 20 minutos, olvidando su derrota del 2016 ante la eslovaca Jana Cepelova en esta misma ronda. Garbiñe jugó un tenis agresivo y con solo 10 errores no forzados para derrotar por tercera vez a Wickmayer, una rival a la que ya había vencido en dos ocasiones anteriores. No pasó la checa Karolina Pliskova, tercera favorita, que cayó ante la eslovaca Magdalena Rybarikova, 87 del mundo, por 3-6, 7-5 y 6-2, en la primera gran sorpresa del cuadro femenino.