La Federación Boliviana de Karate (Feboka) no desea que sus alumnos estén inactivos durante la cuarentena que existe en el país por el coronavirus y por ello comenzó con clases virtuales para que los estudiantes retomen poco a poco los diferentes ejercicios. El miércoles y jueves se dieron los dos primeros cursos en Chuquisaca a través del portal de video conferencia Zoom, en el que participaron alumnos e instructores del karate kyokushin, especialidad que se caracteriza en no utilizar ningún tipo de protección. “Todo esto es para que retomemos la actividad aunque sea de manera virtual y no perdamos esas relaciones de contacto con nuestros dojos y clubes”, indicó Kjarol Herrera, presiente de la Feboka y que tuvo la iniciativa de hacer esta actividad. “Comenzamos con Chuquisaca y luego vamos a sugerir que se haga en cada región y departamento. Ha sido positivo porque estuvimos con los instructores para hablar del tema. Hubo un entrenamiento entre 20 y 30 minutos”, acotó. La primera clase la dictó él, ya que aparte de ser dirigente es jefe del karate kyokushin en Bolivia y tiene una academia denominada Kyokushin Honbu Dojo. Las dos primeras fueron el miércoles y jueves, el cual se realizó por el feriado de Viernes Santo. Para la siguiente semana los cursos serán lunes, miércoles y viernes. “Hemos pedido que 10 minutos antes (del curso) cada uno haga su calentamiento para luego entrar directamente a las técnicas de combate, otro día haremos técnica para examen, explosividad y otros”, detalló Herrera. El objetivo final es que este tipo de clases virtuales se repliquen en los clubes de todos los departamentos del país y por ello el presidente de la Feboka tiene pensando hablar con los encargados de cada ciudad para que hagan lo mismo, “vamos a capacitar a los instructores para ello”, dijo. Este tipo de trabajo vía online se llevará adelante mientras dure la cuarentena porque “a estas alturas ya hay aburrimiento y cansancio, hay ganas de volver a colocarse el karategi (uniforme de entrenamiento), volver a entrenar va a ser positivo”, apuntó Herrera. En una primera instancia estas clases beneficiarán a los alumnos de cada dojo que hay en el país, pero también se desea que las personas que no practican esta disciplina igual se unan más adelante. “La intención es publicitarlo en cada región para masificar la actividad y ganar otros adeptos que después se puedan inscribir en los clubes”, agregó.