Está anocheciendo en Miami cuando, tras echar una pachanga en la calle, Vinicius se da de bruces con un aficionado argentino que viste los colores del Manchester City. El brasileño camina rodeado de amigos, cerca de la mÃtica Ocean Drive, y se detiene para hacerse una foto con este seguidor, que prácticamente tira su patinete al ver al jugador del Real Madrid. Vini, descalzo, porque aprovecha el cierto anonimato que le da Estados Unidos para revivir sus peladas en las calle de RÃo de Janeiro, rÃe primero y se queda sorprendido después cuando ve la reacción del hincha. Es tirarse la foto juntos y Tomás Larisgoitia romper a llorar. Vini no se lo cree. En ese momento empieza un sueño para el aficionado argentino que, una vez que Vinicius y sus colegas ven su reacción, es invitado al hotel del crack para hacerle un regalo. Paseo, tertulia con el jugador del Madrid… y regalazo, claro. El aficionado argentino alucina con el jugador madridista y en pocos minutos tiene una camiseta del Real Madrid con la firma del futbolista. (Marca)