No están lejanos los días en que Bolívar y The Strongest tenían tan buena relación que incluso sus dirigentes podían compartir un almuerzo o una cena. La iniciativa de César Salinas por llamar al diàlogo al club Bolívar, encontró amplia receptividad por parte de la dirigencia celeste, porque un día después de esta afirmación,m salió al paso el presidente del club Bolívar, Guido Loayza, para afirmar que “no tengo ningún problema para hablar de fútbol con los dirigentes de The Strongest”. Ese fue el primer acercamiento entre ambas dirigencias, cuya relación había quedado resquebrajada tras la elección de Rolando López a la presidencia de la FBF, hecho ocurrido en Tarija, en enero del 2016. En esa oportunidad, César Salinas, presidente de The Strongest, presentó su plancha para la presidencia de la entidad, pero tras ir a la segunda ronda junto con López, al final la dirigencia y con el apoyo de Bolívar, se decidió por el dirigente valluno, quien llegó de esta manera a la FBF. Ese hecho, dejó maltrecha la relación entre ambas entidades, con acusaciones hasta subidas de tono de parte de ambos presidentes. Más de un año después de ese hecho, la situación ha cambiado radicalmente. Los dirigentes atigrados y celestes han vuelto a conversar en torno a sus relaciones futuras. Altos directivos de ambas entidades alistan una relación “face to face” entre Guido Loayza y César Salinas, previa conversación con Marcelo Claure, presidente de Baisa SRL. Las dos partes han dado respuesta positiva para este encuentro donde se va a hablar de fútbol. Ambos dirigentes se han dado cuenta de que tienen que andar de la mano, porque es la ùnica manera de poder armar un bloque que pueda ir de la mano en pro de los cambios en el fútbol nacional. El encuentro de Salinas y Loayza podría suceder en cualquier momento para sellar de una vez el restablecimiento de las relaciones entre ambas entidades. Este hecho ¿puede tener trascendencia a nivel de la Federación Boliviana de Fútbol?, puede ser que sí. Aunque, es evidente que a Guido Loayza no le interesa para nada volver a la FBF, en Bolívar está feliz y contento, mientras Salinas ha manifestado que quiere ver los nuevos estatutos. En todo caso, el camino de la reconciliación está sellado, salvo error y omisión.