El ministro del Interior de Turquía, Suleyman Soylu, informó también que más de 1,5 millones de hogares han solicitado ayuda económica para reparar los daños.
Por otro lado, Soylu ha cifrado en más de 10.000 los edificios destruidos por el temblor sísmico y que ahora están a la espera de ser «demolidos con urgencia» para evitar desastres mayores. Hasta el momento se han demolido más de 36.000 edificios.
Con este nuevo balance, la cifra total de fallecidos en Turquía y Siria ronda los 54.500 muertos a consecuencia de unos terremotos que las autoridades turcas han catalogado como «los más mortíferos de la historia» del país.
Desde el desastre, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha puesto en valor varias veces el «esfuerzo sobrehumano» llevado a cabo por el personal sanitario y los servicios de emergencias del país, gracias a los cuales Turquía ha podido impulsar unas labores de búsqueda «sin precedentes».
Los seísmos del 6 de febrero, que se han visto seguidos por más de 11.000 réplicas, según datos de la AFAD, han causado además cerca de 6.000 víctimas mortales en Siria, si bien el número de víctimas en el país árabe es mucho más difícil de calcular, especialmente en el noroeste, en manos de grupos rebeldes. (Europa Press)