“Cada paso que una niña da para recoger agua es un paso que la aleja de la educación, el juego y la seguridad. El agua insegura, los baños y el lavado de manos en casa privan a las niñas de posibilidades, comprometen su bienestar y perpetúan los ciclos de pobreza”, comentó la directora de Unicef Cecilia Sharp.
Según el informe, a nivel mundial unos 1.800 millones de personas viven en hogares sin suministro de agua en las instalaciones. Las mujeres y las niñas de 15 años o más son las principales responsables de la recogida de agua en 7 de cada 10 hogares de este tipo, frente a 3 de cada 10 hogares para sus pares masculinos.
Las niñas menores de 15 años (el 7%) también tienen más probabilidades que los niños de la misma franja de edad (4%) de ir a buscar agua. En la mayoría de los casos, las mujeres y las niñas hacen viajes más largos para recoger agua, perdiendo tiempo de educación, trabajo y ocio, expuestas al riesgo de sufrir lesiones físicas y peligros en el camino.
El estudio muestra que más de 500 millones de personas aún comparten instalaciones de saneamiento con otros hogares, lo que compromete la privacidad, la dignidad y la seguridad.
Por otra parte, el informe apunta que los servicios de agua, saneamiento e higiene inadecuados aumentan los riesgos para la salud de las mujeres y las niñas, limitan su capacidad para manejar su menstruación de manera segura y privada. Entre los 51 países con datos disponibles, las mujeres y las adolescentes de los hogares más pobres y las personas con discapacidad son las que tienen más probabilidades de carecer de un lugar privado para lavarse y cambiarse.
«Los datos más recientes de la OMS muestran una cruda realidad: se pierden 1,4 millones de vidas cada año debido a un agua, saneamiento e higiene inadecuados. Las mujeres y las niñas no solo se enfrentan a enfermedades infecciosas relacionadas con el agua, el saneamiento y la higiene, como diarrea e infecciones respiratorias agudas”, resaltó la directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS, la española María Neira.
Hoy en día, alrededor de 2.200 millones de personas, o 1 de cada 4, todavía carecen de agua potable gestionada de forma segura en el hogar y 3.400 millones de personas, o 2 de cada 5, no tienen saneamiento gestionado de forma segura.
El informe, en cualquier caso, recoge algunos avances hacia el logro del acceso universal al agua, saneamiento e higiene. Entre 2015 y 2022, el acceso de los hogares a agua potable gestionada de forma segura aumentó del 69 al 73 por ciento; el saneamiento seguro ascendió del 49 al 57 por ciento; y los servicios básicos de higiene crecieron del 67 al 75 por ciento. (Infobae).