En este hospital, la cuenta de las tres llegó a 89.963 bolivianos y, con un descuento, la cuenta se redujo a 73.000 bolivianos. Sin embargo, la familia no tiene recursos económicos y pide ayuda a la población.
La coordinadora nacional de la Fundación Voces Libres, Mercedes Cortez, protestó porque estas tres víctimas de violencia fueron rechazadas por un sistema de salud indiferente que, poco después, sí hizo espacio para atender al hombre que las apuñaló y que trató de suicidarse.
“Ellas no fueron socorridas en un hospital privado porque tengan dinero o porque lo hayan pedido, sino ante el rechazo machista de un hospital público y la necesidad de salvar sus vidas. Ahora tienen una cuenta hospitalaria que no pueden pagar, el sistema de salud en Bolivia es cruel y frío con las víctimas de violencia, la Ley 348 no sé cumple”, denunció.
El ataque se registró en horas de la madrugada. El atacante saltó uno de los muros e ingresó hasta el inmueble donde estaba su expareja y sus dos hijas. Cuándo apuñalaba a la madre, las dos hijas intentaron protegerla y resultaron heridas.
Según el informe preliminar, una de las víctimas, de 22 años, se encuentra en estado crítico por lo que tuvo que ser ingresada a la Unidad de Terapia Intensiva (UTI).
“Tiene lesión al nivel de la cabeza, lesión tórax-abdominal, con compromiso de vísceras, tanto del hígado como de intestino; esta paciente entró a cirugía inmediatamente con la reparación pertinente de los órganos afectados”, indicó el médico de la clínica Univalle, Óscar Tejada, a Unitel.
Mientras que la madre y su otra hija presentan lesiones traumáticas al nivel de tórax, abdomen y otras extremidades, pero ambas están estables y fuera de peligro.
El agresor presenta dos heridas de arma blanca en el abdomen, por lo que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en el Hospital del Norte, pero su estado es estable.