Ayer en un reporte, el ministerio de Salud dijo que aumentó en torno a 47% el número de camas críticas pediátricas disponibles a 1.087 unidades entre el sistema público y privado, pero que ya existe una ocupación promedio de 94%.
En las populosas regiones de Santiago y la vecina Valparaíso en el centro del país, así como otras en el sur, más frío y húmedo, la ocupación de las camas es de 100%. En zonas del norte del país en cambio, más cálido, el sistema está menos exigido.
La emergencia desató críticas contra el gobierno por una lentitud en el despliegue de la campaña de salud pública ante la llegada del frío.
“Lamentamos todos y cada uno de esos fallecimientos. Fue un tanto adelantado en relación a otros años”, añadió la autoridad, destacando sin embargo que “está en una situación no particularmente elevada a pesar del gran número de casos que tenemos”.
Dos bebés fallecieron en pequeñas ciudades costeras de la región de Valparaíso por complicaciones del virus respiratorio, mientras esperaban durante horas para ser trasladados a centros médicos de ciudades mayores con camas pediátricas avanzadas.
Las enfermedades respiratorias se disparan durante el invierno austral. En la capital Santiago la situación también suele ser grave entre niños pequeños y adultos mayores debido a la intensa contaminación atmosférica en la ciudad, emplazada en una cuenca rodeada de cerros.
Yessenia Sánchez, mamá de uno de los bebés fallecidos, dijo que esperó desde primera hora de la mañana por una ambulancia, pero ésta sólo llegó entrada la noche. “Se tardaron tanto para un cupo (de cama) en un hospital que tuviera UCI (cuidados intensivos)”, lamentó.
“Yo cuento mi historia más que todo para hacer un llamado a toda la población, que esté muy pendiente de sus hijos porque es muy triste, yo lo veía como una simple gripe”, añadió. (Reuters).