Jiang, nacido en 1931 en la ciudad china de Hangzhou, en la provincia suroriental de Zhejiang, trabajó durante años en el Hospital General Militar de Beijing, de gran prestigio por ser el centro médico del Ejército Popular de Liberación (EPL).
“El médico murió en el Hospital General Militar tras una larga enfermedad. Se celebró una ceremonia en el hospital, informaron medios de comunicación de dicho país.
En abril de 2003, Jiang fue bautizado como “héroe del SARS” tras denunciar que en el centro sanitario donde trabajaba había enfermos cuyos casos eran ocultados por el régimen, afirmación que primero fue desmentida por Beijing pero que días más tarde admitió.
Jiang alcanzó fama internacional tras desvelar que los hospitales militares de Beijing trataban en secreto a cientos de enfermos, mientras el régimen aún cifraba en ese momento en unos 30 el número de afectados.
A consecuencia de sus denuncias, el régimen chino reconoció la grave situación de la epidemia, lo que permitió activar más medidas de control de la enfermedad y a la postre evitó unas cifras aún mayores de afectados por el virus, que causó casi 800 muertes en todo el mundo.
El escándalo provocó además la destitución del ministro de Sanidad chino y del alcalde de Beijing.
Un año después de aquello, Jiang pidió en una carta al régimen chino que reconociera el error de la matanza de Tiananmen en 1989.
En aquella misiva, Jiang destacó que los nuevos líderes del Partido Comunista deben revisar los hechos del 4 de junio, aludiendo a la noche de 1989 en la que, a falta de cifras oficiales, cientos o quizá miles de estudiantes pro democracia en China fueron masacrados por los tanques y soldados del Ejército Popular de Liberación.
El médico fue detenido durante siete semanas por publicar la carta, según denunciaron en 2004 grupos de Derechos Humanos, y fue sometido a intensas sesiones de estudio, eufemismo que alude a jornadas de reeducación ideológica.
La mujer de Jiang, Hua Zhongwei, antigua investigadora en la Academia de Ciencias Militares, también fue detenida en aquel momento, cuando se dirigía a la Embajada de Estados Unidos para solicitar un visado, pero fue puesta en libertad dos semanas después.
Ayer, varios internautas recordaron la figura de Jiang en las redes sociales, llamándole “héroe” y criticando que la prensa oficial china haya omitido cualquier referencia a su fallecimiento.
El caso de Jiang recordó en 2019 al del doctor Li Wenliang, quien fue reprendido en diciembre por la Policía de Wuhan tras alertar a sus colegas de que en el hospital donde trabajaba había un grupo de enfermos con síntomas de una neumonía similar a la del SARS.
Li, oftalmólogo de 34 años, fue amonestado por propagar rumores y obligado a firmar una carta en la que reconocía su error.
Más tarde, contrajo el nuevo coronavirus, el SARS-CoV-2 que causa el covid-19, y murió, lo que desató una oleada de homenajes y críticas en las redes sociales chinas por la actuación de las autoridades al intentar silenciarle. (Infobae)