El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, informó la cifra de detenciones a primera hora de la mañana de ayer, a tiempo que agregó que los agentes de las fuerzas de seguridad se enfrentaron con valentía a una violencia poco frecuente.
Horas antes, el equipo del ministro había indicado que se habían producido 421 detenciones, de las cuales al menos 242 tuvieron lugar en la región de París. Indicó que la mayoría de los detenidos tienen entre 14 y 18 años.
Sin embargo, la ola de violencia no se limitó a los barrios sensibles de la región de París, sino que también alcanzó a la capital, donde hubo saqueos de comercios en el barrio de Les Halles, en el centro, y muchas otras ciudades.
Según el Ministerio, 249 policías y gendarmes resultaron heridos, ninguno de ellos de gravedad.
El medio local, Le Parisien informó que algunos de estos disturbios tuvieron lugar en la plaza Nelson Mandela, donde un grupo de manifestantes lanzó proyectiles contra la policía y varios vehículos fueron incendiados.
Miles de personas se concentraron en Nanterre para protestar por la muerte del joven Nahel, que recibió un disparo a quemarropa tras la intercepción de su vehículo, en una jornada en la que el Gobierno francés anunció el despliegue de 40.000 policías y gendarmes para contener la violencia en Francia.
Unidad de crisis interministerial
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, volvió a convocar ayer una unidad de crisis interministerial, después de tres días consecutivos de protestas en las calles del país.
El mandatario denunció durante la jornada anterior la violencia contra comisarías, escuelas y ayuntamientos, sosteniendo que es injustificable. Agradeció a las fuerzas de seguridad movilizadas y señaló que la meditación, la justicia y la calma debían guiar las próximas horas.
La muerte de Nahel se produjo el martes por la mañana cuando dos agentes motorizados lo persiguieron tras haber cometido varias infracciones al código de la circulación al volante de un vehículo de alquiler que conducía sin tener la licencia.
Cuando consiguieron detenerlo al quedar inmovilizado en un atasco, los agentes lo apuntaron con sus armas y le exigieron que apagara el motor. Pero en lugar de eso, el joven aceleró y fue entonces cuando uno de los dos policías le disparó en el pecho. Inicialmente, el policía afirmó que había utilizado su arma porque Nahel amenazaba su integridad y la de su compañero al poner en movimiento el vehículo. (Infobae/Efe/Afp).