El balance fue proporcionado por la ONG de la Red Asociaciones para el Desarrollo Sostenible (RADD, por sus siglas en inglés), cuyo presidente, Florent Nzama, advirtió de que la inmensa mayoría de estos niños acabarán en la calle, enganchados a las drogas.
De los 21.494 niños que ya no van a la escuela, aproximadamente 11.194 son niñas que correrán el riesgo de acabar violadas o embarazadas contra su voluntad, en un momento en que la provincia entera lleva desde hace dos años bajo estado de excepción, declarado por el Gobierno, para facilitar las operaciones militares.
“Acaban tirados en la calle, como en la rotonda de Capa, donde nos hemos encontrado con 65 niños abandonados, entre ellos una niña de 13 años a la que abusaron”, lamentó el presidente.
Acompañando a Nzama estaba Paulin Kahamire, responsable de Protección Infantil de la Misión de la ONU en RDC, la MONUSCO, quien instó a las partes en conflicto que respeten los derechos de los menores incluso en las circunstancias más difíciles no solo en Bunia, sino también en territorios de Ituri como Djugu o Mahagi, donde otros 28.000 niños se vieron obligados a dejar el colegio.
En marzo pasado, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) estimaba que 750.000 niños congoleños se quedaron sin ir a la escuela por la inseguridad en toda la provincia de Ituri como en la vecina Kivu Norte, también bajo excepción militar.
La agencia de la ONU, en su balance, identificó al menos 1.700 centros educativos cerrados en ambas provincias por la inseguridad, otras 119 escuelas fueron atacadas u ocupadas y más de 300 que acabaron habilitadas como albergues para atender a cientos de miles desplazados por los conflictos. (Europa Press).