El ministro de Exteriores palestino, Riad al Maliki, alertó ayer de que cada día que pasa puede llevar a un genocidio de la población palestina a causa de las políticas aplicadas por el Gobierno israelí, al que describió como el más radical desde la declaración del Estado de Israel.
«Cada día que pasa es un día que puede llevar a un genocidio, a una matanza, a una masacre», dijo Al Maliki en una entrevista en la que subrayó que todos los gobiernos israelíes fueron radicales, pero este es el más radical de todos porque viene con una plataforma política muy clara de negar la existencia del pueblo palestino, el derecho a un Estado y de echar a los palestinos de todo el territorio palestino».
También denunció que dentro de la coalición actual encabezada por Benjamin Netanyahu como primer ministro e integrada por partidos ultraderechistas y ultraortodoxos, existen ministros que fueron condenados por actos terroristas, en aparente referencia al ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, sentenciado en 2007 por incitación al racismo y apoyo a una organización terrorista en relación sus lazos con el grupo extremista judío Kach.
Al Maliki manifestó que «las responsabilidades gubernamentales de ministros como Ben Gvir y el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich son muy claras». «Escogieron ser ministros encargados de asuntos relacionados con la vida cotidiana de los palestinos, no sólo en territorio ocupado, sino dentro del Estado de Israel», explicó.
«Ahora están completando su programa de terrorismo de forma más oficial contra el pueblo palestino», sostuvo. «Ellos llegan con ese objetivo: cómo pueden matar más palestinos y pueden destruir más casas palestinas, cómo pueden confiscar más territorio palestino, cómo pueden construir más unidades ilegales de asentamientos israelíes dentro del territorio palestino, cómo pueden expulsarlos», advirtió.
Por ello, destacó que el desafío es claro y el riesgo es inmenso, antes de reseñar la necesidad de que Naciones Unidas ofrezca protección internacional al pueblo palestino bajo ocupación militar israelí. «Para nosotros es un tema muy importante», aseveró, antes de incidir en que los palestinos estuvieron bajo ocupación militar israelí desde hace 56 años. «Es una ocupación que priva a los palestinos de todos sus derechos básicos», manifestó a tiempo que recalcó que la relación entre palestinos e israelíes es una relación entre un país bajo ocupación y un país ocupante.
Asimismo, arguyó que esta relación está influida y dirigida por esa relación de opresor y oprimido. «Israel siempre nos hace recordar que esa es la realidad, una realidad es tan fea como todo el mundo vio en diferentes ocasiones», lamentó, antes de añadir que es sólo una relación entre los soldados israelíes que manejan el control del territorio palestino y los palestinos que resisten esa ocupación.
BIDEN «NO TAN DIFERENTE A TRUMP»
En otro orden de cosas se refirió al presidente estadounidense, Joe Biden, del que dijo que «no es tan diferente» a su predecesor, Donald Trump, en lo relativo a su postura al conflicto palestino-israelí. «Biden, cuando fue candidato a la Presidencia habló de forma muy clara de que iba a cambiar de forma completa todas las decisiones tomadas por Trump», señaló Al Maliki, que recalcó que, tras imponerse en las elecciones, llamó al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, para adelantar un cambio en estas políticas.
Así, reveló que «le dijo que era completamente diferente a Trump, que iba a cancelar todas las decisiones tomadas por él, a reabrir el Consulado estadounidense en Jerusalén Este, a desarrollar las relaciones, a reabrir la oficina de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) cerrada en Washington, a renovar la ayuda económica y todo eso». «Estamos entrando en el tercer año de la Administración Biden y ninguna decisión mencionada por Biden fue aplicada», lamentó, antes de señalar que «parece que Biden no tiene el coraje, la fuerza o la intención de hacer todo eso».
Al Maliki ha reconocido que Washington, sin embargo, «ha renovado el apoyo financiero a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de
Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), apoyó con un poco de dinero a los hospitales palestinos en Jerusalén Este y está ayudando un poco al entrenamiento de la Policía palestina». «Fuera de eso, nada», indicó. «No existe ayuda económica, no hay reapertura de la oficina en Washington, tampoco la reapertura del consulado en Jerusalén Este, no hay cancelación del reconocimiento de Jerusalén como capital eterna del Estado de Israel o al traslado de la Embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén», citó.
Por ello, argumentó que Biden «prefiere mantener el ‹statu quo› creado por Trump». «No es tan diferente a Trump en cuanto a eso, sigue apoyando el proceso de normalización entre Israel y países árabes y ejerce un país tremenda a los países árabes e islámicos para que normalicen relaciones con Israel», indicó.
Dijo también que las visitas a Cisjordania de funcionarios estadounidenses, incluido Biden, no se trasladaron a ninguna acción positiva. «Hay contacto, hay actividad, pero no hay resultados», reiteró, antes de advertir de que tanto Estados Unidos como Israel no van a parar de hacer el esfuerzo de añadir a más países a los llamados ‹Acuerdos de Abraham›».
Sin embargo, arguyó que las condiciones actuales en la zona, el tipo de gobierno en Israel, la actitud de ese Gobierno en cuanto a los derechos básicos de los palestinos y lo que se vio últimamente en cuanto a la violencia israelí contra el pueblo palestino, no atrae a ningún otro país, a esta normalización, que busca superar el hecho de que el problema palestino es el problema común entre todos los árabes, demostrar que los árabes pueden normalizar relaciones con Israel sin resolver el problema palestino.
CAMBIOS HACIA UN
MUNDO MULTIPOLAR
En otro orden de cosas, apuntó a la existencia de cambios muy radicales a nivel internacional a raíz de la crisis en Ucrania, que, a su juicio, creó una situación totalmente diferente. «Ahora estamos hablando de un sistema multipolar. China y Rusia están jugando un papel muy importante», indicó.
«Los BRICS-Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, están jugando un papel muy importante, todo el mundo está hablando de hacer negocio sin utilizar el dólar como moneda oficial, lo que va a debilitar mucho la economía de Estados Unidos, también la importancia política de Estados Unidos a nivel internacional», aseveró.
Dijo que esta situación llevó a Arabia Saudí a aceptar la intervención de China de cara al acuerdo firmado en marzo para restablecer sus relaciones con Irán, un país que está siendo atacado tanto por Israel como por Estados Unidos.
«Algunos países como Arabia Saudí están liberándose de la influencia política y militar de Estados Unidos y están adoptando un camino independiente para reagruparse en diferentes formatos para proteger sus intereses», apuntó Al Maliki, que adelantó que el proceso que hemos visto con Arabia Saudí es un ejemplo que va a ser repetido por otros muchos países».
«Estamos viendo una revolución y quien va a salir perdiendo es Estados Unidos. Hay otros países que se mueven alrededor de Estados Unidos, como Israel, que también perderán», explicó. Por ello, solicitó a los países europeos una política independiente de Estados Unidos» y adoptar un giro hacia «más política europea, más que política euroatlántica». (Europa Press).