Así señaló ayer durante su intervención en el foro estratégico de Bled (Eslovenia), donde destacó que la solidaridad está en el corazón de la integración europea y es lo que hace a la UE más fuerte, razón por la que considera que es momento de avanzar en las negociaciones sobre la ampliación.
«Es hora de abandonar la ambigüedad para afrontar los retos con claridad y honestidad», advirtió Michel, quien incidió en que para fortalecer la UE es hora de afrontar el reto de la ampliación.
Consciente de que la lentitud del camino hacia la UE decepcionó a muchos, tanto en los Balcanes como en el seno de la propia UE, Michel parafraseó al canciller alemán, Olaf Scholz, para resaltar que la Unión debe cumplir sus promesas.
El presidente del Consejo se refirió también al ataque a la soberanía de Ucrania por parte del Kremlin para recordar que Rusia no atacó únicamente a un vecino, sino a todo aquello en lo que cree y defiende la UE y apeló a poner en práctica las lecciones aprendidas y a actuar ahora con la misma decisión que ya se hizo para dar respuesta al inicio de la guerra o a la pandemia de covid-19.
«La ampliación ya no es un sueño, es el momento de avanzar», señaló Michel, quien reconoció, no obstante, que aún queda mucho trabajo por hacer y que será difícil, complejo y a veces doloroso, pero necesario para ser creíbles.
En este sentido, apuntó que cuando se prepare la próxima agenda estratégica, ambas partes deben fijarse un mismo objetivo: «Debemos estar preparados para la ampliación en 2030». Una meta que implica que el próximo presupuesto a largo plazo de la UE deberá incluir un objetivo
común que Michel confía en que anime a la UE y los países candidatos de los Balcanes a actuar mejor juntos.
Según avanzó el presidente del Consejo Europeo, las negociaciones sobre la ampliación de la UE y el calendario que propuso se podría debatir en la próxima cumbre, prevista para el 26 y 27 de octubre en Bruselas, y en la que espera que Bosnia y Herzegovina y Georgia vuelvan a estar sobre la mesa. (Europa Press)