Para que las alianzas público-privadas (APP) en el ámbito educativo sean eficaces, deben ser innovadoras, exigir a las escuelas que rindan cuentas, empoderar a los padres y estudiantes, y promover instituciones educativas diversas, según el gerente de Prácticas, Educación del Banco Mundial, Harry A. Patrinos.
Un marco legal y regulatorio claro es crucial para lograr una solución sostenible. Las mejores prácticas tendrían que incluir una rigurosa evaluación del impacto para averiguar qué funciona, cómo y para quién, señala el autor del artículo.
Ya la entidad internacional informó sobre lo que provocó la pandemia en el mundo, con la clausura de las clases. La pérdida económica para los jóvenes sería alta, pues no podrán acceder al mercado laboral fácilmente, debido a su falta de preparación.
Bolivia no fue la excepción, pues la pandemia obligó a clausurar el año escolar, debido a que los docentes no estaban preparados para las clases virtuales y tampoco el servicio de internet estaba a la altura de las necesidades del sector educativo, debido a que muchas poblaciones no contaban con internet.
Las Alianzas Público Privadas deben alentar la innovación por parte de los proveedores: la mayoría de los países con resultados satisfactorios permiten a sus escuelas tener un nivel de autonomía considerable en la gestión de los recursos, el personal y el contenido educativo, señala Patrinos.
En Bolivia, la dirigencia del magisterio reconoció que no hay calidad educativa en el país. Antes de la pandemia el Ministerio de Educación realizó varios encuentros para realizar la medición de la calidad educativa, pero se desconoce sí se llevó a cabo.
Autonomías y
rendición de cuentas
El experto en temas educativos del Banco Mundial sostiene que se debe exigir a los proveedores que rindan cuentas: si a las escuelas se les da autonomía en la toma de decisiones, deben rendir cuentas de los resultados que obtienen.
Pero también planeta empoderar a los padres y estudiantes: las opciones para los padres y estudiantes no deben depender de la riqueza de la familia ni de la capacidad de los alumnos.
“Promover la diversidad de la oferta: al facilitar el ingreso en el mercado de un grupo más diverso de proveedores, los Gobiernos pueden exigir una mayor rendición de cuentas por los resultados, a medida que los proveedores deben rendir cuentas directamente a los ciudadanos y el Estado”, sostiene.
Las mejores APP en el ámbito de la educación incluyen un papel más destacado para los beneficiarios, más oportunidades para los actores no estatales y un rol más importante para el Gobierno, pasando de ser proveedor a financista y administrador del sector.
El diseño es importante
El autor asegura que el diseño es importante en las APP, pues garantizará resultados positivos. Por ejemplo, se debe otorgar suministros adecuados, es decir, que el sector no estatal ingresa a esta área cuando faltan opciones públicas, especialmente en las zonas rurales desatendidas.
También es vital la focalización para promover la equidad y agregar valor. Los modelos de APP que involucran al sector público proporcionando edificios escolares modernos e invitando a las mejores escuelas independientes a administrarlos en virtud de un contrato, han producido resultados más altos para los estudiantes desfavorecidos.
En el tema del presupuesto, las APP ayudan a mejorar el acceso, al mismo tiempo que reducen el costo fiscal y mantienen la calidad, aumentando la eficacia en función de los costos del sistema.
Un enfoque sistémico será necesario para que las APP deban abordar las condiciones subyacentes, ya sea que incluyan escuelas de bajo desempeño o limitaciones institucionales, tales como problemas de recursos humanos o planes de estudios estándares.
La autonomía viabiliza que las APP operen bajo un marco de rendición de cuentas, pero funcionan mejor cuando el proveedor tiene autonomía administrativa y académica , asegura.