En todo el país, hubo al menos 31.342 casos sospechosos o confirmados de cólera y 230 muertes durante los primeros siete meses de 2023, muchos de ellos niños y niñas, según informó un comunicado de esta organización.
La provincia más afectada, Kivu del Norte (fronteriza con Uganda y Ruanda), tuvo más de 21.400 casos confirmados o sospechosos, incluidos más de 8.000 niños y niñas menores de cinco años, según el Ministerio de Salud Pública, cifras que contrastan con los 5.120 casos totales que hubo en 2022, de los que 1.200 correspondían a niños menores de cinco años.
La República Democrática del Congo (RDC), que soporta una de las peores crisis de desplazamiento a nivel mundial y una de las peores de África, vio cómo más de 1,5 millones de personas, entre ellas, más de 800.000 niños, quedaron desplazadas en las provincias de Kivu Norte, Kivu Sur e Ituri desde enero de 2023. Hay más de 6,3 millones de personas desplazadas en todo el país.
Los campamentos desplazados generalmente están superpoblados y sobrecargados, lo que los convierte en lugares idóneos para la transmisión del cólera y encima se enfrentan a una enorme escasez de agua y saneamiento.
Investigaciones exhaustivas realizadas por el Ministerio de Salud Pública los pasados meses de mayo y junio en hogares con casos de cólera en los cuatro mayores puntos críticos de Kivu del Norte, concluyeron que entre el 62 por ciento y el 99 por ciento de los hogares afectados por la enfermedad eran familias que habían sido desplazadas este año.
Por todo esto, Unicef solicita 62,5 millones de dólares (unos 57,4 millones de euros) para ampliar sus actividades de prevención y respuesta a la crisis de cólera y de agua, higiene y saneamiento, durante los próximos cinco meses y llegar a 1,8 millones de personas, incluidos un millón de niños y niñas, con agua potable, kits de higiene, letrinas, suministros médicos y atención del cólera adaptada a la infancia. En estos momentos el llamamiento está financiado en solo un 9 por ciento. (Europa Press).