“Estamos dejando muy claro que es totalmente ilegal lo que está pasando”, dijo Biden antes de embarcar en el Air Force One de camino a Belfast, donde tiene prevista una visita oficial de dos días coincidiendo con el vigesimoquinto aniversario de los Acuerdos de Viernes Santo.
El mandatario estadounidense aseguró en declaraciones a la prensa que intentó hablar en la víspera con la familia del periodista y que lo volverá a intentar a lo largo de la jornada.
El Departamento de Estado ya tildó este caso como un encarcelamiento injusto. De esta forma, el posicionamiento de Washington da a entender que los cargos de espionaje de los que se acusa son infundados y autoriza a los organismos oficiales estadounidenses a explorar todas las vías para lograr su liberación.
Así, la detención del informador será gestionada por la Oficina del Enviado Especial Presidencial para Asuntos de Rehenes, del mismo modo que lo fueron los casos de Trevor Reed y Brittney Griner, ambos considerados casos de encarcelamiento injusto.
Las autoridades rusas detuvieron a Gershkovich a petición del tribunal de Lefortovo, en la ciudad de Ekaterimburgo. El periodista había estado recabando información sobre el Grupo Wagner, propiedad del oligarca Yevgeni Prigozhin, considerado como colaborador cercano del presidente ruso, Vladímir Putin, y que envió mercenarios a Ucrania.
El último artículo del periodista, quien se enfrenta a una posible pena de hasta 20 años de cárcel, fue publicado por ‹The Wall Street Journal› y data del 28 de marzo bajo el titular ‹La economía de Rusia está comenzando a desmoronarse›.
Gershkovich trabajó previamente para la agencia francesa de noticias AFP y el diario ruso ‹The Moscow Times›. Asimismo, publicó en ‹The New York Times›, ‹The Economist›, ‹MIT Technology Review›, ‹Foreign Policy› y Politico Europe, entre otros medios, según recoge su página web. (Europa Press).