El Gobierno palestino alertó ayer que Israel está en una carrera contrarreloj para anexionar la totalidad de Cisjordania y dijo que su actitud “racista y colonial” recuerda los crímenes y matanzas previos a la creación del Estado de Israel en 1948.
“El Gobierno israelí está elevando las tensiones de forma intencionada, en el marco de su carrera contrarreloj para completar los períodos de anexión de la Cisjordania ocupada”, manifestó el Ministerio de Exteriores palestino a través de un comunicado publicado en su página web.
Dijo también que estas acciones tienen tintes racistas y coloniales, recuerdan a los crímenes de las bandas sionistas, la cultura de provocar incendios y masacrar a palestinos antes de 1948, lo que confirma que el Gobierno de Israel está repitiendo esta cultura y crímenes para completar la ocupación y la judaización de la Palestina histórica.
Los palestinos conmemoraron el 15 de mayo el 75º Día de la Nakba, un término árabe que significa catástrofe y que hace referencia a la huida de cerca de 700.000 personas de sus hogares hacia Cisjordania, la Franja de Gaza y países de la región, tras la creación del Estado de Israel.
«Los crímenes de la ocupación, las operaciones de represión, asesinato, abusos y persecución constante de nuestro pueblo revelan que el Estado de ocupación rechaza la opción de la paz y las soluciones políticas al conflicto, en línea con los términos de referencia del proceso de paz y las resoluciones con legitimidad internacional», sostuvo.
En este sentido, dijo que las autoridades israelíes buscan forzar la aceptación de un aborrecible régimen de apartheid y aseveró que las reacciones internacionales ante los crímenes de la ocupación y los colonos no corresponden al nivel de atrocidad de estos crímenes, no están al nivel de las responsabilidad que la comunidad internacional y los estados tienen a la hora de aplicar el Derecho Internacional en la Palestina ocupada.
«Esta debilidad y fragilidad refleja un doble rasero internacional que genera complicidad con la ocupación y sus proyectos hostiles a la legitimidad internacional y la paz, lo que lleva a su continuación y llevan la situación de conflicto sobre el terreno a unos niveles de violencia que son difíciles de controlar por cualquiera de las partes», ratificó.
El comunicado fue publicado tras la muerte de un palestino en un ataque perpetrado por cientos de colonos israelíes contra la localidad cisjordana de Turmus Aya, situada al norte de Cisjordania, después de incidentes similares durante el último día tras la muerte de cuatro israelíes en un ataque ejecutado en los alrededores del asentamiento de Eli.
Horas antes, el Gobierno palestino había denunciado ataques perpetrados por colonos contra varias localidades y criticó que las milicias de colonos y sus elementos terroristas armados están expandiendo sus ataques contra civiles palestinos desarmados.
El aumento de las tensiones durante los últimos meses resultó con la muerte de alrededor de 175 palestinos y 25 israelíes, mientras se teme que pueda haber un estallido generalizado de violencia. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que todas las opciones están abiertas, en medio de los llamamientos en el seno de la coalición gubernamental para una operación a gran escala en Cisjordania.
Tras ello, tres palestinos miembros del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y Yihad Islámica, murieron en un ataque con dron perpetrado cerca de Yenín, el primer incidente de este tipo en Cisjordania desde el final de la Segunda Intifada hace cerca de dos décadas. (Europa Press).